Una reducida Quincena: la Miniquin
LA MINIQUIN
La Quincena Musical de San Sebastián rehace su programación apostando por formaciones de cámara y artistas locales
¿Raro título, verdad? Pero esta cuestión, de la pandemia llamada COVID-19, está desmadejando de tal forma el idioma español -o castellano- que, a buen seguro, los académicos de la RAE (¿tendrán reuniones telemáticas los preceptivos jueves?) han de llevar las meninges cerebrales unas poco alicaídas con el asalto de tantos términos o palabros que la deslustrada casta política se inventa, como lo hacen, también, algunos periodistas ‘iluminati’. Que si la “V asimétrica”, que si “la desescalada vírica”, que si “la fase Cero”, que la “educación descompensada” ¡Uf, qué desmadre! Cómo me acuerdo de don Francisco de Quevedo. El jugo que le sacaría al tema.
Y para colmo de males, en San Sebastián – Donostia – Bella Easo, se van a inventar, según se da a entender en la prensa local, la “Miniquin”, o sea una Quincena Musical en plan petizo o liliputiense, descafeinada, sin programación definitiva a estas alturas (estamos en mayo), sin saber cómo ubicar al respetable, en las distancias mínimas autorizadas, y en los eventos que aún no se han definido.
Se dice que se acudirá a artistas locales (lo que conllevará unas retribuciones de penuria). No podrá haber coros, ni orquestas. Se piensa en producciones en versión camerística (a qué distancias los cantantes o los músicos instrumentistas).
Se quiere mantener la llamada “Quincena Andante”. ¿Dónde?, ¿15 personas por autobús de 55 plazas? ¿Cómo, andando en línea de dos en dos metros hasta el lugar ad hoc? ¿En templos, con qué cabida?
¿Se le va a levantar el castigo a Txillida Leku, que ya viene arrastrándose desde hace 5 años (verdad actual delegado del Gobierno en el País Vasco)? ¿Cuánto va a durar esta especial quincena bis, del 2 al 29 de agosto, como estaba programada? ¿Se reducirá a una semanita o a una sencilla quincena, como en principio nació?
En el ya olvidado -por desgracia- 3 de mayo de 1968 la parisina Universidad de la Sorbona salió a las calles y plazas al agrito de “La Imaginación al Poder” y la conmoción mundial, con semejante frase, fue enorme. Francia se convirtió en otra Francia y Europa se transformó en otra Europa.
Aquí no se pide eso pero sí que los cacúmenes rectores de la Quincena Musical Donostiarra, idearan programas atractivos para este vetusto y monótono festival, con eventos distribuidos durante todo el año: “la Quincena en Otoño”, “la Quincena en Invierno” , “la Quincena en Primavera” y “la Quincena de Verano” (sin tan excesiva duración), a la luz de cómo se vaya desarrollando la marcha de los acontecimientos sanitarios que están a punto de causa 30.000 fallecidos y casi dos mil enfermos.
Por favor! ¡Sean valientes como lo han hecho en Pamplona-Iruña! ¡Este año no hay Quincena Musical, como no habrá Sanfermines! ¡Ya hubo dos años en que no se celebró y no pasó nada!
¡Olvídense de una ramplona Miniquin! Manuel Cabrera
Últimos comentarios