Consideraciones al músico pseudo-filoso-“fall” Vicente Chuliá
En respuesta al discurso pronunciado por Miguel Ángel Gómez-Martínez en su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Madrid, la revista Codalario publicó un artículo que plasma la opinión de Vicente Chuliá. En él, Chuliá critica y cuestiona el sentido de las palabras de Gómez-Martínez. Puede encontrarlo aquí completo.
En réplica a este artículo, ha llegado la siguiente carta a la redacción de Beckmesser:
Consideraciones al músico pseudo-filoso-“fall”
El primer pensamiento que me produce leer el artículo publicado en Codalario como resumen del “constructo audiovisual” cuyo titular reza: “Vicente Chuliá contesta a Miguel Ángel Gómez Martínez”, será el dilema sobre si puede creerse que el citado maestro haya preguntado algo a Vicente Chuliá. La posibilidad nos parece como mínimo fantástica, en el sentido que al término le concede la ciencia ficción. A partir de su lectura, habría que objetar a lo vertido en el artículo la propia ignorancia sobre la música, porque la principal impostura es basar una crítica en una supuesta “filosofía musical”, que básicamente no existe y que desde luego no se desprende del sentido del discurso doctoral que se discute.
Gómez-Martínez no es un filósofo, es un director de orquesta, en eso Chuliá tiene toda la razón, y nos alegramos mucho de que así sea, porque difícilmente podría un filósofo dirigir eficientemente. Por otra parte, la definición de filosofía, según la RAE es “conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano”. Tal vez incluso sobre música se pueda filosofar, como pudiese filosofar sobre cualquier tema o asunto, lo que no se debe es pseudo-filosofar de forma arbitraria contra un saber que no se domina, la música, esgrimiendo otro saber que tampoco se domina, la filosofía. Añadamos al coctel que Vicente Chuliá no es filósofo, no nos consta que haya cursado nunca la carrera de filosofía, pero se considera mucho más docto en música y filosofía que los maestros a quienes “critica” lo que ya supone, en esencia, un pretencioso postulado rayano en el insulto. De un lado, expone disociaciones de conceptos manipuladas a su antojo en un intento de elaborar un discurso sobre los conocimientos filosóficos o científicos del maestro mediante citas descontextualizadas, capciosas y parcelarias. De otro lado desprecia que el maestro ostente tan amplios y profundos conocimientos musicales que resulta ridículo leer que algún pretendido “pseudo-filósofo”, presentado también como compositor y director de orquesta, pueda atreverse a poner en entredicho con tamaña impostura.
Se pregunta el Sr. Chuliá: ¿cómo se puede hablar de arquitectura musical?, pensamos que no sólo se puede, sino que se debe, porque la construcción musical mediante las técnicas de composición es indiscutible. Se pregunta también tan sesudo pensador: ¿cómo se puede hablar de forma sin materia?, lo que nos hace pensar si haya notado el Sr. Chuliá que la música tiene forma, o bien: ¿es que se atreve incluso a poner en duda la existencia de las Formas Musicales?. Al muy docto músico-pseudo-filósofo que nos ocupa, llega el momento en que no vale la pena discutir en este sentido, porque es tan grave la ignorancia evidenciada que ni merece ni hace posible más explicación. Asegurar que Gómez-Martínez exprese que “la música es únicamente espiritual, haciendo que se empañe la importancia de la técnica dentro de la obra musical” [1] es una magnífica falsedad, además de una fehaciente ridiculez, hablando como habla de un maestro cuya rigurosa técnica está fuera de toda discusión.
La pretensión principal del autor de este engrudo pseudo-filosófico-antimusical parece muy clara: conseguir que muchos lean su desconocido nombre, conseguir la venta de su tan prescindible libro músico-filosofal, conseguir alumnos para su cursillo de dirección (se ignora si lo que enseñará será a filosofar, a dirigir filosóficamente o a qué pericias pseudo-filosofales…) para conseguir una audiencia que no tiene, y jamás tendría (de hecho nos gustaría saber qué orquestas ha dirigido en su vida) si no fuese a base de utilizar el nombre del prestigiosos maestros a base de emponzoñarlos con tan burdos argumentos “pseudo-filosofales”. La osadía del autodenominado “filósofo musical” es tal que se arroga una superioridad cultural y musical sobre “ignorantes”, no sólo de la talla del maestro mencionado, sino asimismo de maestros tales como Herbert von Karajan, Sergiu Celibidache y Hans Swarowsky[2][1]. Cabría preguntarnos qué otros distinguidos maestros sean, según su criterio: incultos, ignorantes, impostores o falaces musicales. Cabría asimismo preguntarnos si el Sr. Chulia es Doctor en Filosofía, porque nada prueba siquiera que ostente un Grado en Filosofía, o en Dirección de Orquesta, o un Doctorado en Música, que tampoco, sin embargo nada debe preocuparle, puesto que sentencia e insulta a reputados maestros y doctores sin despeinarse. Dudamos de que con tales embustes haya conseguido la ansiada fama, pero tan zafia manipulación de la verdad no merecería para la historia otro recuerdo que el de la ineptitud del mediocre que pretende niveles de conocimiento que le son inalcanzables mediante un farragoso e ignorante discurso en que se alza despreciativo sobre los hombros de grandes maestros “por el éxito a toda costa”, ¿quién de lo contrario leería su libro, asistiría a sus cursillos o acudiría a algún concierto que dirija, si es que dirige algún concierto alguna vez?.
Amontonar detritus sobre los grandes músicos para trepar sobre estos hasta el “olimpo musical”, ni suena ni huele bien. Lo honesto sería crear e interpretar muy buena música, cuidándose de aprender al máximo de quienes pueden dar lecciones, ahorrando a la música y los músicos arengas pseudo-filosóficas inventadas contra el conocimiento musical, contra la decencia musical y contra la propia evidencia. Opinamos que el autoproclamado maestro-filósofo-musical, autor del comentado despropósito, pretende notoriedad a costa de la ignorancia, la ofensa y la estafa: de todos depende que esta se le conceda.
Der Besprecher
[1] https://www.codalario.com/escuela-de-filosofia-de-oviedo/noticias/la-escuela-de-filosofia-de-oviedo-inaugura-su-temporada-2018-19-con-una-leccion-sobre-filosofia-de-la-musica_7381_3_22567_0_1_in.html
[2][1] Léase en: http://fgbueno.es/fmm/cdo081.htm
Vea en este enlace y éste las pocas referencias en la Web sobre Vicente Chuliá.
Aunque un poco tarde, puedo aclarar algo el asunto. Para entender la filosofía de la música de Vicente Chuliá primero hay que conocer la filosofía de Gustavo Bueno, en particular su teoría estética y en especial su teoría musical. De hecho, Chuliá no hace sino prolongar la filosofía de Bueno en cuestiones musicales. Si él no es doctor en filosofía, Bueno desde luego sí lo era. Por ejemplo, cuando Chuliá habla de que no se puede hablar de forma sin materia está expresando una idea de Bueno y lo que quiere decir es que no se puede afirmar que las formas por si solas lo expliquen todo, esto es, las formas existen, pero no se pueden hipostasiar. Forma y materia no existen sin conjugarse e influirse mutuamente.
Acerca de lo de amontonar detritus sobre los músicos: la filosofía no avanza si no destruye partes de lo anterior, sobre todo si se trata de la filosofía espontánea de una gran cantidad de músicos que, desde luego, demuestran que no hicieron la carrera de filosofía ni se hacían eco de un sistema potente. Aunque no sean agradables los ataques a nuestros músicos favoritos, una destrucción de sus ideas no tiene por qué arruinar su talento musical.
Aquí se puede ver el curso que impartió Bueno sobre filosofía de la música en el conservatorio de Oviedo. Son varias lecciones y es una teoría que interesará a cualquier profesional o aficionado a la música: https://www.youtube.com/watch?v=j8lBssdI6bI
Se habrá quedado agusto, parece que no le quedó ni una sóla gota de bilis en el estómago. La música no es ciencia auque pueda basarse en conceptos científicos, a ver si aprendemos la diferencia. Decir que la música es ciencia es de una ignorancia total en el plano filosófico, aunque seas el mejor director de orquesta del mundo.
Aquí tiene al maestro Chuliá dando clases prácticas de dirección orquestal, a ver si aprende algo:
– “Vicente Chuliá, Curso de Dirección Orquestal (2a)” https://www.youtube.com/watch?v=xyJAQlOl830&list=PLQP4OfcRijYE8pKYWEqwpofmlpFvtUiD8&index=4
Y la próxima vez dedíquele algo de tiempo a investigar lo que critica en vez de lanzarse a despotricar, que no ha aportado ni un sólo argumento que refute nada de lo que Chulía escribió sobre Miguel Ángel Gómez-Martínez.
Le enviamos su comentario al autor de la carta recibida