Fedoseyev, ruso, puro de oliva
Ruso, puro de oliva
Vladimir Fedoseyev lleva más de 40 años (aun intermitentemente), siendo director musical de la, hoy llamada, Orquesta Sinfónica Tchaikovsky, nombre al que se suele añadir ´de la Radio de Moscú´, de alguna manera para no perder sus ancestros. La agrupación, que pronto cumplirá los 90 años de existencia, comenzó a andar como Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú, como seña de identidad de la radiodifusión soviética. Pero tras la desaparición de la URSS en 1991, fue rebautizada por las autoridades del ministerio de Cultura con el nombre del más egregio compositor del pasado más reciente de la música rusa. También tuvo otros nombres: ´de la Televisión y la Radio Estatales´, de la Radio Estatal, o incluso Orquesta Sinfónica de la RTV. Entre 1961 y 1974, su auténtica época dorada, estuvo a su frente como director titular el gran Gennady Rozhdestvensky. Sea como fuere, la que escucharemos en este concierto es una orquesta con solera y sonido sobradamente ruso, para lo mejor y para lo menos bueno.
Vladimir Ivánovich Fedoseyev nació en 1932; se trata, pues, de un viejo zorro de la música rusa. Y bien que lo sigue demostrando cada vez que empapa de energía los podios desde los que dirige. Obviamente es un maestro de fácilmente reconocible especialidad, aunque dentro del repertorio ruso siempre destacó en Rimski-Korsakov. Su obra discográfica, enorme en el sello Melodiya, quedó esparcida sin mucho criterio en las viejas tiendas de las grandes urbes soviéticas, y al menos en Occidente se ha recuperado mal para el formato digital. Es sin duda un director que da más espectáculo en vivo, lo que en el caso que nos ocupa se acentúa por la presencia de una pianista que ya no es nueva en la plaza. Varvara Nepomnyashchaya decidió prescindir del apellido, antes de comenzar a triunfar en Occidente. Esta joven pianista, ganadora en 2006 del concurso Bach de Leipzig, y seis años después del Géza Anda de Zúrich, hizo ya su debut, y con enorme éxito en el ciclo de La Filarmónica. Nacida en 1983, y niña de los ojos de Valery Gergiev, vuelve ahora para tocar el primero de Tchaikovsky, que años ha tiene en repertorio. El concierto se completará con una Suite del ballet El lago de los cisnes del mismo autor. Concierto-gala Tchaikovsky, pues, servido en plato auténticamente ruso. Un verdadero placer.
Varvara, piano. Chaikovski Symphony Orchestra. Dir.: Vladimir Fedoseyev. Obras de Tchaikovsky. Auditorio Nacional de Música, Sala sinfónica. Viernes 28, 22.30. Entre 40 y 64 €.
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