Festival de Salzburgo

Salzburgo, un día rey de festivales

Salzburgo fue un día el festival rey, por su variedad temática -ópera, conciertos, cámara, teatro, etc-, por su variedad de escenarios -Grosses y Kleines FestspielHaus, Felsenreitschule, Mozarteum, sus plazas e iglesias- y los incomparables repartos. Karajan fue su rey y luego empezó una decadencia de la que no ha logrado salir del todo. Los grandes mitos clásicos estructuran la programación del verano de 2019 del Festival de Salzburgo, que se extiende desde el 20 de julio a 31 de agosto.

Hugo von Hofmannsthal, cofundandor del Festival de Salzburgo, resaltaba la relación entre los mitos clásicos y la realidad de nuestros días a través de la recuperación de óperas basadas en los grandes mitos clásicos, a los que consideraba ‘un espejo mágico’: “Los relatos mitológicos de la Antigüedad tratan temas aún tan relevantes para la existencia humana como la guerra, la lucha, el sacrificio, la venganza, la culpa o la redención”. Esta edición incluye nuevas producciones operísticas entre las que se encuentran ‘Idomeneo’ de Mozart con Peter Sellars; la obra de Offenbach ‘Orphée aux Enfers’ por Barrie Kosky; ‘Edipo’ de George Enescu producida por Achim Freyer; y la’ Medea’ de Cherubini con Simon Stone.

‘Idomeneo’ (sábado 27 de julio) inaugura esta edición con una producción que reúne de nuevo a Peter Sellars y Teodor Currentzis con el tenor Rusell Thomas, quienes ya colaboraron en la puesta en escena de ‘La Clemenza di Tito’ de Mozart en 2017. Esta ópera, que se adentra entre el deber ante los dioses y el amor por su familia, contrasta con el final predestinado de Edipo (domingo 11 de agosto) en la obra de Enescu, cuyo protagonista es culpable sin culpa. Compuesta en las primeras décadas del siglo XX, está siendo paulatinamente redescubierta.

En cuanto a las protagonistas femeninas, el Festival programa dos versiones del mito de Medea. La primera, la de Luigi Cherubini escrita en 1797. En su ‘Medea’ (martes 30 de julio), basada en la tragedia de Eurípides, Cherubini recrea un conmovedor drama consecuencia de un amor no correspondido y una cruel venganza. La segunda, una versión contemporánea de manos del compositor francés Pascal Dusapin. Éste hace una adaptación de la obra del poeta alemán Heiner Müller ‘Medeamaterial’  (domingo 28 de julio). Sin embargo, mientras las relecturas de estos compositores profundizan en la controversia, Jacques Offenbach escribió un ‘Orphée aux enfers’ (miércoles 14 de agosto) desde un punto de vista satírico y crítico con la sociedad de su tiempo.

Cecilia Bartoli será la protagonista del la obra de Haendel ‘Alcina’ (jueves 8 de agosto), pieza que fue presentada en el Festival de Pentecostés de Salburgo (7 al 10 de junio), del que la italiana es directora artística.

Dos de las figuras más resaltadas de la programación son Anna Netrebko y Plácido Domingo. La primera interpretará el papel principal en la versión de concierto de ‘Adriana Lecouvreur’ (domingo 28 de julio) de Francesco Cilea. Plácido Domingo protagonizará la ópera de Verdi ‘Luisa Miller’ (domingo 25 de agosto).

En cuanto a la dirección de la Filarmónica de Viena, su agrupación emblemática, el Festival de Salzburgo cuenta con grandes directores: Riccardo Muti en el ‘Réquiem de Verdi’ (martes 13 de agosto); Daniel Barenboim (jueves 22 de agosto) para la interpretación de ‘Kindertotenlieder’ y la ‘Sinfonía n.9’, ambas de Mahler; Bernard Haitink (viernes 30 de agosto), ya de retirada, en la ‘Sinfonía n. 7’ de Bruckner; y Welser-Möst (sábado 3 de agosto) con obras de Wagner, Strauss y Shostakovich. Entre las orquestas visitantes se encuentran la Filarmónica de Berlín, con Kirill Petrenko (domingo 25 de agosto), y la Orquesta Gewandhaus de Leipzig, dirigida por su director musical Andris Nelsons (miércoles 28 de agosto).

La programación del Festival de Salzburgo destaca así que estas historias y la narrativa fueron un día canciones. Markus Hinterhäuser, director artístico del Festival, señala que “acudir a los relatos mitológicos es volver a la raíz de todo para cuestionarse nuestro tiempo”.

Si Salzburgo no ha vuelto a ser lo que fue un día, sí es cierto que en esta edición sube muchos enteros. Gonzalo Alonso