Schütz visita a Bach y los suyos

Todo apunta a que va a ser una tarde inolvidable. Porque, por un lado, podremos escuchar a uno de los mejores grupos de música antigua del momento; y, por otro, desarrollando un hermoso y lleno de sentido programa.

Vox Luminis es un grupo belga fundado en 2004, altamente especializado en repertorios vocales que van desde el pre-barroco hasta el Clasicismo. Y muy sorprendente por dos cosas: por la calidad de sus voces y su técnica, y por su estilo, absolutamente impecable, canónico, perfecto. Sus conciertos suelen ser una auténtica exhibición de medios técnicos, comenzando por su redonda afinación y acabando por una capacidad para mezclar las voces prodigiosa. Pero sobre todo por una musicalidad de altísima escuela. El grupo se formó en el entorno del conservatorio de La Haya, un centro musical de primer orden, amén de auténtica avanzadilla de la investigación en la música antigua. A su frente se encuentra  el flautista y cantante francés Lionel Meunier, que ha batido cobres en las principales agrupaciones europeas, con directores como Leonhardt  o Herreweghe. Y sigue cantando como solista en los grandes títulos del repertorio clásico y del primer romanticismo. Como director de Vox Luminis, que él mismo formó, trabaja como uno más en el grupo, al que ha sabido insuflar unos hábitos interpretativos colectivos que solo suelen dar resultado cuando quien está al frente sabe situarse dentro al mismo tiempo.

Conozco algunos trabajos de estos señores a través del disco, y siempre me encuentro con lo mismo: una rigurosidad y una perfección en el trabajo admirables. Es lo que veo en su extraordinaria  grabación de la obra que forma la base del concierto de este miércoles, las Exequias musicales de Heinrich Schütz, tres piezas que se pueden catalogar entre las grandes creaciones de su autor, con sus pasiones y los famosos Salmos de David. Estas exequias están recorridas por un halo de tristeza interna que da más la impresión de ser producto de consumo propio que para los funerales del personaje en cuestión para los que fueron escritas, su mecenas el conde de Gera, o lo que es lo mismo Enrique II El Póstumo. Hay en ellas algo –poco-  de Gabrieli y mucho más de Monteverdi, el otro maestro se Schütz, sin duda más oscuro y técnicamente más avanzado.

Pero el concierto comenzará de otra manera: con un coral atribuido al mismísimo Lutero, el responsable absoluto de la forma que Schütz, y sobre todo Bach, llevarían a la cima de la liturgia protestante. Y el resto, hasta finalizar con el motete ´Ich lasse dich nicht´ de Johann Sebastian Bach, estará dedicado a piezas de la familia. Lo que aporta interés y curiosidad. Los muchos buenos músicos que giraron alrededor del gran Johann Sebastian –empezando por sus propios hijos- siguen eclipsados por su genio. Así que está muy bien que gente seria nos lo recuerde de vez en cuando. Pedro González Mira

Vox Luminis. Dir.: Lionel Meunier. Obras de Martin Lutero, Schütz y Johannes Bach, Johann Michael Bach, Johann Christoph Bach, Johann Ludwig Bach y Johann Sebastian Bach. Auditorio Nacional de Música, Sala de cámara. Miércoles 31, 19.30. Entre 10 y 20 €.