Cena en Sevilla con Eckert -“Carmen” sevillana, Marset y varios periodistas. ¿A usted también le encanta Salminen, no? le pregunta Eckert a Martset. Marset nira al tendido sin saber de qué le están hablando. Y un político no tiene que estar en esos detalles, pero sí cuando se mete a cocinero musical como él se mete. Por ejemplo: cancelando el contrato firmado por el Teatro de la Maestranza con Carlo Rizzi para “Madama Butterfly”. Él mismo llamando a los agentes. Quiere en su lugar a Pedro Halffter.

Y mal, muy mal, empieza en “talante” Pedro Halffter. No se puede decir, como él ha dicho, que en su orquesta y su teatro -aún no conocemos el nombramiento- él dirige lo que quiere y cargarse el contrato firmado de un colega. Eso no son formas. Todo porque es una de las cuatro óperas que se conoce -y no la dirige mal, que todo hay que decirlo- y, mira que bien, estaba programada en el Teatro. Impresentable.

Uno no sale de su asombro. De un lado Rahbari se despidió de Málaga dirigiendose al público para “ordenar” que no se escribiera ninguna crítica a su concierto ni en el Diario Sur ni en la Opinión de Málaga. De otro, ´¿será posible que haya algun joven director tan ambicioso que no se contente con una reciente titularidad ya discutible sino que ansie la musical y artística del Teatro de la Maestranza y la Orquesta de Sevilla y esté dispuesto a tomarlas teniendo en contra a toda la crítica andaluza? Eso sería empezar con mal. pero que muy mal pié, pero está visto que de todo hay en la viña del Señor.

Adivinanza: ¿Quién ha sido -a los sures me remito- quien ha dicho: “a este también me lo cargo, que es un mariquita a quien le gusta el barroco”?

Ya ven cómo se van cumpliendo mis predicciones respecto a las intenciones de la nueva ministra de cultura en relación a Barenboim. En Sevilla no paran de viajar a Berlín para pedir asesoramiento al argentino y en Madrid se han puesto de acuerdo ministra y alcalde para traerle a un concierto al aire libre. Y amí me parece estupendo Daniel -algún dia les contaré mil y una anécdotas- pero estamos ante no solo un gran artista sino ante un tipo muy listo que sabe muy bien como meterse en el bote a los políticos y, a veces, con resultados escandalosos.

Último rumor zarzuelero: que Emilio Casares será el nuevo director del teatro de la calle Jovellanos. Yo no me creo que Casares vaya a dejar el ICMO y la Universidad para irse a un puesto político. Me apunto a la “tercera” de Guillermo Solana en El Cultural. Más fiabilidad me dan los rumores sobre Olmos.

El joven director Lorenzo Ramos estuvo en Oviedo dirigiendo zarzuela. Cuentan que aún no había asimilado no ser él el nuevo titular de la orquesta que toca en la ópera. Estos chicos son un tanto presuntuosos. Vamos, que tenía él más méritos que Heider.

¡Ay si la condesa escribiese un libro sobre su vida! ¡Ay si la condesa contase cuanto sabe! Del KGB, de los espionajes en el mundo artístico, de sus generosidades con mujeres hambrientas, de sus amantes, incluido un famoso cantante, de las airadas reacciones de algunas mujeres de sus amantes…
Dos damas de la música se encontraron en un recital de celebración de una efeméride con asistencia de altísimas personalidades. Ambas estuvieron largo rato ante la puerta del camerino de la artista que actuó. No se dirigieron la palabra ni para saludarse. A esto se le llama en música armonía.

Quién le iba a decir a Federico Mayor de Zaragoza que su futuro pasaba por ser presidente de la Asociación Fedora, la que reúne a los teatros de ópera de Europa y a sus amigos. ¿Tomará el cargo como una medalla o realmente se aplicará en llevar la racionalidad a los teatros?

Dos de nuestros directores, que curiosamente parecen pasados de moda por estos lares, triunfan fuera. Miguel Ángel Gómez Martínez lo hace en Japón, s donde por cierto viajará también Teresa Berganza. Rafaél Frühbeck de Burgos puso patas arriba la casa de la Sinfónica de Boston con un “Daphnis y Cloe” que la crítica ha tildado de perfecta combinación entre “inociencia y experiencia, pureza y sensualidad”.

¿Qué hacían en los altos del Machu Pichu Antonio Moral -el todopoderoso de la Fundaciónes Caja de Madrid y Scherzo, Festival de Cuenca, etc- y Juan Ángel Vela del Campo, crítica de El País? Sería acaso una reunión a donde nadie les pudiese ver ni oir para preparar el terreno ahora que los amigos mandan? Pues se equivocaron, que les vimos e incluso oímos.
 
Juan Agel Vela del Campo vuelve con sus cosas. En Babelia publica un reportaje dentro de la serie “Grandes teatros del mundo” en el que nos cuenta sobre el de Manaos. ¡Interesantísimo por estos lares!
 
Todos, periódicos y relacionados con el mundo musical, andan a la caza del nuevo director del INAEM. Yo pregunto a uno: ¿Pero qué más da, ya nos enteraremos? Y me responden: “Claro, cómo tu no vives de esto no te preocupa, pero sí a los que estamos a expensas de sus subvenciones”. Sin comentarios.