Sí, pero…

Nuevo concierto de abono de la Orquesta Nacional, que esta vez cuenta con el morbo añadido de tener en el podio al reciente Premio Nacional de Música, el director vasco Juanjo Mena, actual director asociado de las agrupaciones coral y sinfónica de la marca OCNE. El importe en metálico del galardón (30.000 €.) ha sido donado  por su destinatario  “a la enseñanza de música a tempranas edades, como se hizo conmigo cuando tenía siete años de manera altruista”, según sus propias declaraciones tras recibir la noticia hace un par de semanas. Le honra, faltaría más; pero lo deseable sería que el Estado se encargara de la educación musical con más ganas (ahora pocas) y fe (ahora ninguna), para evitar este tipo de pequeñas donaciones, estupendas pero puramente testimoniales.

Juanjo Mena  es un director y un músico excelentes. Es fino y detallista, y está dotado de una espléndida técnica y una vista de lince para adentrarse en los rincones más inaccesibles de una partitura. Pero: desarrolla en la actualidad un trabajo frenético al  frente de la Orquesta Filarmónica de la BBC, o lo que es lo mismo una factoría de producción musical que roza un cierto (en sentido figurado) mercenarismo. ¿Cuál es el ´pero´? Estas máquinas de producir música a granel, tan propias de un país como el Reino (des) Unido de la Gran (empequeñezida) Bretaña están muy bien cuando el argumento de venta consiste en consumir pura y duramente: muy propio de la riqueza mal entendida. Aquí, más al sur, más al sol,  parece más lógico que para preparar la interpretación de una obra un director pueda contar con mayores márgenes de tiempo y reflexión. O sea, eso que siempre se ha conocido como ensayos, algo de lo que ahora todo el mundo parece huir porque para qué tanto tiempo de trabajo (con lo caro que está) si al final la orquesta (buenísima, por supuesto) puede hacerlo incluso sola… El ´pero´ es que resulta preocupante el efecto contagio que estas premuras puedan producir en talentos jóvenes reconocidos. En este caso de uno tan preclaro como el de Juanjo Mena. Será magnífico constatar estas y otras cosas en el concierto que dirige a la ONE esta semana, dos obras de mucho compromiso interpretativo, pues si los Cuadros de una exposición conlleva el de ser una partitura que cantan hasta los pájaros, el Segundo de Brahms siempre supone un esfuerzo intelectual ímprobo para poner las notas en orden. La versión de los Cuadros será la orquestada por Ravel, y en Brahms estará un clásico, Garrick Ohlsson. Será un concierto al menos interesante.  Pedro González Mira

Garrick Ohlsson, piano. Orquesta Nacional de España. Dir.: Juanjo Mena. Obras de Brahms y Mussorgsky/Ravel. Viernes 2 y sábado 3, 19.30. Entre 11 y 37 €.