Sigue el milagro de Leo Nucci
RECITAL DE LEO NUCCI. Teatro Rosalía de Castro de La Coruña. 4 Septiembre 2015.
Entre las dos representaciones programadas de Il Trovatore, se ofrecía en La Coruña un interesante recital del barítono italiano Leo Nucci. Siempre es una ocasión especial asistir a un concierto de este gran barítono y no faltan buenas razones para ello. A su indudable calidad de cantante se unen su milagrosa longevidad vocal y la generosidad de la que suele hacer gala en sus apariciones en las salas de conciertos. A todo ello habría que añadir el morbo que produce el poder analizar si el inevitable declive, que necesariamente llegará, comienza a dar signos de presencia. Pues bien, la expectación estaba más que servida y el resultado ha estado a la altura esperada, de modo que el recital se ha saldado con un nuevo triunfo de Leo Nucci.
Leo Nucci
El programa ofrecía una primera parte con obras poco conocidas y de no gran relevancia vocal, formado por Tres Plegarias de Giuseppe Verdi, una canción de Vincenzo Bellini sobre texto de Metastasio (Per Pietà , bell’idol mio) y otras dos páginas vocales de Verdi. En esta primera parte encontré a Nucci en cierto declive, con unos graves casi áfonos y un pronunciado vibrato, que no había notado anteriormente. Tampoco se trataba de un programa da mucho compromiso y duración, ya que apenas pasaron de 15 minutos la duración de las obras que cantó.
Si para algo sirvió esta primera parte del programa fue para que Leo Nucci calentara su instrumento y todo fue por derroteros brillantes en la segunda parte, en la que la ópera se convirtió en la protagonista del programa. Y no cabe duda de que Nucci brilla de manera especial en la ópera, más que en el lieder o la canción.
Comenzó esta segunda parte con una buena interpretación del aria Resta immobile, de Guglielmo Tell, para seguir con una brillante interpretación del aria de Riccardo en I Puritani, Ah, per sempre io te perdei. A continuación cantó de manera intimista y brillante el aria Qui mi accolse, de Beatrice di Tenda. Finalmente, elevó de manera más que notable la temperatura emocional de la sala con el aria de Poliuto Di tua beltade immagine y, sobre todo, con el aria de Alfonso XI en La Favorita, Vien, Leonora.
La generosidad de Leo Nucci quedó una vez más demostrada en las propinas que ofreció, que fueron lo más brillante de todo el recital. Fueron 4, todas operísticas y de gran compromiso, acabando por poner el teatro boca abajo. Se trataba de Largo al factotum (por cierto lo primero que le escuche cantar en mi vida), en la que demostró que sigue siendo un Fígaro de excepción. A continuación cantó toda la escena de la muerte de Posa, del Don Carlo verdiano, en la que rayó a gran altura. Todavía siguió con el recitativo y aria de Renato Eri tu, en la que estuvo espléndido, y como colofón nada menos que el aria Nemico della patria, de Andrea Chenier.
Ramón Tébar
Hay que descubrirse ante el canto, la generosidad y la capacidad de comunicación de Leo Nucci. A sus 73 años es un milagro de la naturaleza y todo parece indicar que todavía tiene cuerda para rato.
Le acompañó muy bien al piano el maestro Ramón Tébar, que nos ofreció como solista en la primera parte un Nocturno de Chopin y en la segunda dos Estudios del mismo compositor. Hay que resaltar que en todo momento Leo Nucci quiso compartir el éxito con Ramón Tébar.
El teatro estaba totalmente lleno y el público mostró su entusiasmo a lo largo del mismo, llegando casi a la histeria durante las propinas.
El recital comenzó otra vez con un retraso improcedente, de nada menos que 10 minutos. Salíamos del teatro tras 1 hora y 50 minutos de recital, en el que hubo un intermedio.
El precio de la localidad más cara era de 27,50 euros, habiendo localidades desde 6 euros. Relación calidad-precio excepcional.
Jose M. Irurzun
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