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Por Publicado el: 21/02/2012Categorías: Crítica

SOBERANO Y EMOTIVO HAMPSON

SOBERANO Y EMOTIVO HAMPSON
Mahler: “lieder”. Wolfram Rieger, piano. Thomas Hampson, barítono. Teatro de La Maestranza, Sevilla. 18-2-2012.

Este barítono de Idiana (1955) lleva años y años penetrando en las canciones de Mahler y es coautor de una reciente edición crítica. Pese a la edad, lo hemos encontrado magnífico. Es cierto que la voz, de barítono lírico, ahora algo más llena, ha perdido frescor, tersura, facilidad en la zona alta y que los graves, nunca plenos, son más débiles. Pero continúa manteniendo una excelente línea de canto, un considerable fiato y una rara prestancia vocal.
Fraseo, matización para llegar al claroscuro, capacidad reguladora, afinación y ductilidad son cualidades necesarias para enaltecer un programa como el ofrecido por Hampson, que acogía los tres grandes ciclos, “Canciones para los niños muertos”, “Canciones de un camarada errante” y cuatro “Canciones sobre textos de Rückert” más cinco “Lieder y canciones de juventud”. Todas ellas fueron cuidadosamente desgranadas por el cantante, que, sin perder empaque vocal –y escénico- tocó la fibra emocional de unas piezas que penetran en el alma cuando son dichas y expresadas así.
Los momentos en los que la naturaleza está presente, sobre todo en el segundo ciclo, tuvieron la correspondiente acogida en la flexible interpretación, que alcanzó sus máximas cotas en los “Rückert”, especialmente en “Um Mitternacht”, en el que la voz, llena, redonda, timbrada, emitida en plenitud, coronó un final verdaderamente apoteósico, de esos que encogen el corazón. El que en más de una ocasión el barítono se aliviara, obsequiándonos con un fácil falsete, o el que algunas notas graves no tuvieran suficiente presencia; incluso el que la gola hiciera su aparición de cuando en cuando, no contradice lo dicho. Rieger fue el pianista ideal para la ocasión por su entrañable dedicación, su concentración, su musicalidad y su sentido de la frase poética. Íntimo antes que atento a la arquitectura de cada lied. Esta sesión ha sido un acierto del Teatro de La Maestranza. Arturo Reverter

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