Sobre Colomer en Málaga
MALAGAHOY
OPINIÓN
CALLE LARIOS
Ciudadano Colomer
PABLO BUJALANCE / | 20.04.2013
AHORA que, definitivamente, Edmon Colomer no seguirá como director de la Orquesta Filarmónica de Málaga después de junio, conviene decir algunas cosas. Y si no conviene, pues me da igual. No tengo nada que reprochar al consejo de administración del Consorcio de la OFM respecto a su decisión; igual sí habría agradecido a sus miembros algo más de coraje, pero es su negocio y si la decisión asumida es o no la correcta habrá que valorarlo con el tiempo. Pero quiero detenerme, más bien, en todo lo que ha rodeado a Colomer desde que subió a la tarima del Cervantes como titular. En estos tres años la orquesta ha sufrido una pérdida abultada de abonados y buena parte de la opinión sustentada por ciertos (no pocos) aficionados, críticos e incluso músicos no han dudado en vincular esta situación con la que consideran una arriesgada programación diseñada por Colomer. Y el peor delito de Colomer en este sentido, al parecer, es el de haber incluido en los conciertos obras de compositores poco conocidos. Ya a algunos les pareció un atrevimiento que en su primera temporada mezclara a Schönberg con Falla, pero el riesgo, insisten los críticos, ha ido a más.
Ante un argumento como éste, lo mejor es echar un vistazo al contenido de la presente temporada: por ahí salen Rimski-Korsakov, Turina, Beethoven, Degas, Schumann, Brahms, Britten, Chopin, Sibelius, César Frank, Kurt Weill y Stravinsky. Entiendo que son compositores suficientemente conocidos. También hay una obra de Montsalvatge. ¿Es Montsalvatge un compositor poco conocido? No sé, igual habría que hacer una encuesta. De acuerdo, Schnittke no es un autor muy conocido. Pero, ¿justifica la interpretación de un concierto para viola que se tache de arriesgada una programación entera? ¿Podemos decir lo mismo de Dutilleux, puesto en un mismo programa con, atención, Ravel y Offenbach? ¡Si el último concierto del curso es un popurrí de Verdi! ¿A qué estamos llamando arriesgado? ¿Se ha atrevido aquí alguien a comprobar lo que programan las orquestas europeas en ciudades de más de medio millón de habitantes? ¿Qué clase de público considera sospechosa cualquier partitura compuesta después de 1914? ¿Qué se puede decir de Málaga cuando un director que ha procurado ofrecer algo distinto desde una orquesta que lleva veinte años funcionando sale por la puerta de atrás acusado de arriesgar por dedicar un ciclo a Richard Strauss? ¿Es alguien consciente del ridículo que toca pasar a cuenta de quienes añoran el chunda-chunda? Por Dios, que no se entere nadie ahí fuera.
1 Comentario
El necio siempre tiene que encontrar a alguien a quien responsabilizar del mal común, estamos en crisis como es habitual, la perdida de público no solo es en el sector musical. Ha apostado por ser transgresor, diferente en cuanto a la continuidad con la que se venía trabajando. Si la crisis no hubiese afectado a la OFM ahora mismo Colomer sería considerado un genio, por el contrario SI ha afectado y hay que buscar una cabeza de turco, lo quieren retratar como negligente. Ha sido un valiente.
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