Sobre el homenaje a Rostropovich
Ayer estuve en el Real, en el homenaje al gran Slava. Demasiado coche oficial, familia real al completo, alcalde de Madrid, Ministro de Cultura, la Carmen Posadas, y tanta y tanta gente que no ha sacado una entrada en su vida y sólo va a estas cosas a figurar. En cualquier caso, siempre da gusto escuchar el himno de España tocado por una orquesta como Dios manda. El principio del concierto es la Obertura Festiva de Shostakovich, quien fuera tan amigo de Rostropovich, especialmente cuando renunció al estalinismo que tanto amó, sobre todo cuando estrenó esta obra tan brillante (un mes antes del fallecimiento de su mujer, en 1947). Jesús López Cobos es un director solvente y serio, para mí uno de los mejores del mundo sin duda, pero sin mimbres no se hace un cesto. La orquesta estuvo funcionarial, aburrida, descoordinada y con una evidente y alarmante falta de trabajo conjunto. Parecía muy improvisado. A continuación salió a escena el pianista Mikhail Rudy, que dibujó un normalísimo concierto nº 1 de Tchaikovsky para piano y “orquesta” (porque la orquesta aquí estuvo desastrosa). No convenció. El público, casi todo invitado, como siempre en estos casos, aplaudió al final del primer movimiento, un allegro que pide el aplauso, pero que no se debe hacer. Mucho mejor estuvo Rudy en el Chopin de la propina. Después del descanso comparecieron Sergei Krilov, violinista sustituto de Maxim Vengerov, que no pudo venir y Yuri Bashmet, viola, para interpretar la Sinfonía Concertante de Mozart. Krilov estuvo solvente sin demasiada brillantez, pero técnicamente impecable. La sorpresa fue el melenudo Bashmet. Toca una viola de la época de Mozart, y el inicio de su intervención en el Andante es de lo más sobrecogedor que he oído en mucho tiempo. Impactante. Después, tras un éxito importante de ambos, apareció la auténtica estrella del programa: Mischa Maisky. Alumno de Rostropovich y Piatigorsky, hizo llorar el violonchelo en el aria de Lensky del Eugenio Oneguin y me levantó del asiento en su versión del judío Kol Nidrei de Bruch. Fue una auténtica exhibición de matices, de sentimiento, de fusión con un instrumento (hasta el punto de que a menudo se pillaba las melenas en el mástil del chelo con los dedos, de cerca que lo tenía). Éxito absoluto. Su propina, lenta, sentida, no la reconocí. Para terminar volvió la orquesta con dos números del Romeo y Julieta de Prokofiev. Ahí vi sufrir a López Cobos, especialmente con los viento metal y la percusión, descuadrada hasta la risa. Una pena la improvisación, porque el programa y los solistas fueron una elección magnífica y consiguieron que me perdiera el rollo de partido contra Letonia. En fin, una noche muy interesante.
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Hombre, a figurar sólo? dependerá de cada caso. El alcalde de Madrid actual es un melómano de pro, ya lo era antes de ser alcalde, antes de ser presidente de la comunidad y te diría que antes de ser político, y este, pese a quien pese en el PP es quien apenas mayor de edad depositó los estatutos de la antigua AP, germen del actual partido: ya ha llovido desde entonces… ¿Que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid va a muchos conciertos u operas a sitios privilegiados sin coste?. Bueno, es cierto, pero no es el único, y creo que sería ridículo solo pensar que el alcalde de una capital compre la entrada para acudir a un concierto, a un teatro, a un museo o un partido de futbol. Esto es así tanto en ambitos publicos como privados (tampoco el director general de la IBM o de Telefonica, o el socio principal de Garrigues o Uría, van a pagar una pela por ver una ópera: aunque solo sea por imagen, es un completo absurdo).
De hecho, el día que yo sea presidente del gobierno, que lo seré, me aprovecharé también de eso, es más, sólo haré eso ;-)))
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Lo de la Sinfónica de Madrid es un poco lamentable.Demasiada improvisación,demasiado trabajo,quizás.Muy poca tersura en la cuerda,unos vientos que son,eso,vientos sin el fuste y el rigor que debería tener una orquesta de su pretendido nivel.Unos instrumentistas indisciplinados,sí señor.Se lo tienen demasiado creído,y,no será por el fabuloso trabajo de su ESTUPENDO concertino.Además,a su sempiterno contratado,al Coro(comparativamente de mejor calidad),se le acaba el contrato en 2009.Ver para creer.
Llamazares es el político que más veo por sedes como el Monumental,el Nacional,la Zarzuela o el Real.Gallardón iría en segundo lugar y otros y otras de mucho más renombrón…ni huelen un concierto,recital o función…Insisto,ver para creer
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Y ahora lean en “Enlaces” de “Revista de prensa y última hora” las críticas de Gonzalo Alonso, Antonio Iglesias y el novato de El Mundo
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