En alguna sección había que meter la “actuación” de la señora de Zapatero en Tomelloso y, al final éste parece el mejor sitio. La razón, muy clara. ¿Cómo le puede sentar a un amante de la música y a cuantos han trabajado en la recuperación, dificilísima por cierto, de esta larga pero preciosa música cuando la foto que sale en toda la prensa es la de Sonsoles Espinosa y por ningún lado -por absolutamente ningún lado- la de Don Quijote?
Pues, para colmo, Juan Angel Vela escribe en El País: “No puedo evitar citar, en esta apoteosis de “ópera manchega”, la presencia de Sonsoles Espinosa en el muy solvente coro Intermezzo. No puedo y no quiero. Porque la participación de la mujer del Presidente del Gobierno en activo en un espectáculo tan importante musicológicamente y lúcido teatralmente como es éste, indica una actitud de “locura y cordura” que despierta de inmediato la admiración. Con gestos así uno tiene la sensación de que este país incluso tiene arreglo”. Sinceramente, ¿De verdad piensa el Sr. Vela que la intervención ha sido positiva? Porque desde luego ha dado muchos recortes de prensa, pero ha desenfocado la atención sobre lo secundario.
De otro lado, ¿cómo la prensa pasa tanto de la CULTURA con mayúsculas y se dedica a la cultureta? Y ¿Cómo la señora del presidente no se da cuenta que arrastrarse por los suelos como simple corista no es su papel? Uno entendería que si fuera Glenda Jackson hubiese continuado su carrera para deleite de todos, pero no es de recibo continuar, con más impulso si cabe, una carrera de corista mediocre.