Sofía Rodríguez ganadora de “Prodigios 3”
Sofía Rodríguez ganadora de “Prodigios 3”
Sofía Rodríguez, una pequeña virtuosa del violín, se convirtió este sábado en la ganadora de la tercera edición del talent musical ‘Prodigios’, en una emocionante final que se emitió en La 1 y que registró máximo de espectadores de esta temporada: 1.257.000 personas de media (7,9% de cuota de pantalla), con hasta 4.491.000 seguidores en algún momento de la noche.
Sin público presencial en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, durante la grabación de la final el programa contó con público vía streaming que decidió coronar a Sofía. Como recompensa por su esfuerzo y su talento obtuvo el título “Prodigio del Año”, 20.000 euros en metálico y un curso intensivo de perfeccionamiento de cuatro días de duración en el prestigioso Centro de Alto Rendimiento Musical de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid. “Muchas gracias a mis profesores, a mi madre que me apoya en todo y a toda mi familia”, agradeció Sofía tras escuchar su nombre y recibir el trofeo de manos del concertista de trompeta Rubén Simeó.
En la primera parte de la gala actuaron los seis finalistas y el jurado, compuesto esa noche por Nacho Duato, José Manuel Zapata y Rubén Simeó, se encargó de escoger a los mejores de cada categoría: Sofía Rodríguez (Instrumental), Jorge García (Danza) y Lorena Bonnín (Canto).
“Me parece que Sofía está tocada por una varita mágica. Tocar así el violín con 10 años, con esa técnica, ese lirismo y, sobre todo, con esa velocidad me parece asombroso. Si sigue así, con esa disciplina y con esas ganas de comerse el mundo con el violín, muy pronto empezará a hacer carrera de solista por muchos auditorios”, le felicitó Rubén Simeó tras su primera actuación, en la que interpretó el tema ‘Tico Tico’ de Zequinha de Abreu. Fue un tema del musical ‘El fantasma de la Ópera’ lo que le ayudó a conquistar al público.
Amante del violín, del ballet, de sus coletas y de los helados, Sofía se define a sí misma como una niña tímida y un poco coqueta. Le encantan sus coletas y dice que le dan seguridad. Con solo tres años Sofía empezó a tocar el violín, porque su hermano es violinista y ella también quería aprender. Tras abandonar este instrumento una temporada, a los seis años lo retomó y desde entonces no ha parado de perfeccionar su técnica.
Se identifica con la canción de Alaska ‘A quién le importa’, porque “algunos dicen que el violín es muy fácil o una tontería, pero a mí me encanta”, reconoce. Sueña con llegar a ser como Lindsey Stirling, violinista, bailarina, artista de performance y compositora estadounidense, “porque es medio rockera y baila mientras toca el violín”. Aunque solo tiene 11 años recién cumplidos, ya es toda una experta en retos musicales.
Se ha presentado a diversos concursos en Francia, República Checa, Polonia y Portugal. Uno de sus rituales tras un concierto es comerse un helado. También es una gran amante del ballet y, en la final de ‘Prodigios’, se atrevió a hacer un balancé con Nacho Duato.
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