Stéphane Lissner: “La crisis sanitaria revela otra crisis: la de la cultura”
Stéphane Lissner: “La crisis sanitaria revela otra crisis: la de la cultura”
El director general de la Ópera de París anuncia que la institución sobrevivirá gracias al mecenazgo y señala la constante falta de financiación a la Cultura como origen de la crisis
“La disminución del presupuesto para Cultura durante casi 25 años se revela ahora como la causa de la crisis del sector, que no ha salido a la luz hasta la crisis sanitaria”, declaró Stéphane Lissner, director de la Ópera de París, a France Inter. Las medidas de reapertura y reactivación de la actividad cultural anunciadas por el equipo de gobierno de Macron son deficitarias, indica, “impracticables para el público, los artistas y empresarios”.
El director subraya que ni ahora ni en la elaboración de presupuestos de las últimas décadas, la cultura ha sido una prioridad. Las ajustadas inversiones en el sector, en declive constante, han limitado los medios, agudizado la precariedad de los trabajadores y evidenciado la falta de una política definida que respalde su profesión. A esto hay que sumarle las pérdidas ocasionadas por las huelgas en respuesta a la modificación de la ley de las pensiones, que afecta particularmente a los artistas – más información aquí -.
“La situación podría compararse con la de sanidad”, explica Lissner, “en el teatro, como en los hospitales, cada vez faltan más recursos y la situación de sus trabajadores es muy similar a la de los enfermeros, con contratos intermitentes, mal remunerados y en una situación precaria”, alude en referencia a los 1.600 empleados fijos y 200 temporales de la Ópera de París.
Por otro lado, el director califica las medidas de reapertura de salas de conciertos y las Ópera de la Bastille y Garnier como “inviables”: “Es imposible para el público, artistas y empresarios. Los intermedios no pueden suprimirse porque, en una representación de 5 horas como Tristán e Isolda es absolutamente necesario. Lo mismo para las distancias entre músicos o miembros del coro”. Por ello, aunque defiende el optimismo para el mundo de la ópera y las artes en general, cree que el correcto cumplimiento de las medidas, único sistema para frenar el virus, impide la reapertura de los espacios escénicos. “Quizás sería más interesante mantener el cierre dos o tres meses más allá del verano para cerrar la programación del verano de 2021”, apunta.
Como conclusión, el director demanda al gobierno la implantación de un “proyecto cultural definido y no un parche” y que se tenga en cuenta la situación de las entidades tras la crisis, con deudas millonarias que, en el caso de la Ópera de París, podrían llegar a los 40 millones.
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