Suerte y al tajo
Suerte y al tajo
Ayer se inauguró de verdad el Palau de les Arts valenciano, con una ópera y no con un concierto como hace unos meses. Dado que estas líneas se escriben antes de tal parto, lo que desde aquí podemos hacer es desear que se produzca sin dolor, que la criatura pese unos cuantos kilos al nacer y que tenga una vida feliz, llena de éxitos y larga.
El camino no ha sido nada fácil. Durante bastantes años han podido seguir por la prensa las muchas incidencias que han surgido: retrasos y hasta parones en la obra, ampliaciones de coste, cambios de diseños, luchas por el poder, falta de decisión política para las cuestiones artísticas… Pero todo ello ha de quedar momentáneamente a un lado ante su apertura. “Fidelio” es una ópera con ambiente español que canta a la libertad. No se trata de una ópera popular, pero no es un mal título para inaugurar el Palau. Zubin Mehta, Meter Seiffert, Waltraud Meier o Matti Salminen son auténticas estrellas, capaces de brillar en cualquier teatro.
Es una pena que muchos proyectos se hayan tenido que aparcar: algunas salas permanecen cerradas –entre ellas la de Martín y Soler-, el taller de canto, el Festival del Mediterráneo… y con ellos se ha perdido una parte importante del diseño dibujado por Helga Schmidt, en el que las actividades paralelas eran componente importantísima. La fecha de inauguración y con ella la de inicio de actividades líricas no se ha fijado realmente hasta hace relativamente poco tiempo y ya se sabe el tiempo por delante con el que han de hacerse las contrataciones artísticas, si se desea que reúnan nivel. A pesar de todo ello, y de algunas luchas fratricidas, se ha conseguido una primera temporada de auténtico lujo, con un equilibrio en el repertorio, tanto en estilos como en el recuerdo al español y se ha creado una nueva orquesta que se dice toca como las mejores. Conciertos, recitales, conferencias, mesas redondas, etc. completan una atractiva propuesta que habrá de interesar no sólo a Valencia y su región, puesto que el público local es numéricamente limitado. Hay expectación internacional en torno al teatro y es habitual la pregunta ¿qué pasa en Valencia? Ningún otro teatro tiene a la vez a un Maazel y a un Mehta trabajando cuatro meses al año.
Se ha inaugurado el Palau de les Arts pero no nos engañemos, aún queda mucho trabajo por hacer. Suerte y al tajo.
Gonzalo Alonso
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