SUNTUOSIDAD
SUNTUOSIDAD
XV CICLO DE LIED
Canciones de Chaikovski y Rachmaninov. Olga Borodina, mezzosoprano. Dmitri Yefímov, piano. Teatro de la Zarzuela, Madrid. 24-11-2008.
Esa es la palabra: suntuosidad. Término que hemos de aplicar a la voz de la mezzo rusa Olga Borodina (San Petesburgo, 1960), que nos ha dejado una magnífica impresión en su recital madrileño. En la actualidad el timbre se ha reforzado con nuevos armónicos, la emisión se ha perfeccionado y el apoyo es todavía mejor, de tal forma que la artista canta permanentemente sobre el fiato.
Una voz tan soberana, la de una lírica plena de mucho carácter, dotada de ese característico tinte eslavo, tan plena y rotunda, tan oscura y consistente, tan recia y extensa, tan flexible, tan sólida en graves y firme en el agudo, es la adecuada para servir el grupo de canciones elegido, diez de Chaikovski y nueve de Rachmaninov, algo menos de una hora de música, completada con dos estupendas y gratas propinas, “El paño moruno” y la “Nana” de las “Siete canciones populares españolas” de Falla. Antes la cantante nos había fascinado, sin perder casi nunca la homogeneidad del sonido, sólo apagado en ciertas zonas de paso o un poco estridente en el la bemol que cierra “Lilas” del segundo compositor ruso.
La artista controla bien el aliento y se permite excelentes reguladores, “messe di voce”, filados y ataques sobre el fiato. Manejó las dinámicas con fantasía y facilidad en “¿Por qué?”, entonó en un hilo “Noches de delirio”, remató contundentemente “La primera cita”, expuso con tranquila fluidez “Canción de cuna” y supo regular sabiamente, sobre un ritmo de vals, la “Serenata”, todas ellas de Chaikovski. En Rachmaninov nos gustó el arco dinámico “piano-forte-piano” en “Eres hermosa como una flor, niña mía””El nenúfar” y la media voz y los exquisitos pianísimos de “Aquí está bien”. Nos gustó el delicado y elástico pianista Dmitri Yefímov, perfectamente identificado con la cantante.Arturo Reverter
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