Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Fidelio. OCNECrítica: La OCNE da una lección con “Fidelio”
Juan Diego Florez en el Real 2024Crítica: Juan Diego Flórez en el Teatro Real, “Y no pasó nada”
Por Publicado el: 22/09/2024Categorías: En vivo

Crítica: Taburete dorado, De Ghana al ‘Danubio Azul’ ¡Un cuadro! 

Taburete dorado, De Ghana al ‘Danubio Azul’. ¡Un cuadro! 

EL TABURETE DORADO, “afrópera” de Gorges Ocloo, con libreto del compositor y Josse De Pauw. Nobulumko Mngxekeza-Nziramasanga (soprano), Nonkululeko Nkwinti (mezzosoprano). Coro, danza y percusión: Doris Bokongo Nkumu, Nathalie Bokongo Nkumu, Gloria Abena Biney, Titilayo Oliha, Saar-Niragire De Groof, Briana Stuart, Maïmouna Badjie, Somalia Williamson.

Dirección musical, escenografía y vídeo: Gorges Ocloo. Vestuario: Gorges Ocloo, Kasia Mielczarek. Iluminación: Pino Etz & Gilles Roosen. Sonido: Víctor Hidalgo. Dramaturgia: Josse De Pauw. Lugar: Palau de les Arts (Teatre Martín i Soler). Entrada: Alrededor de 350 personas (lleno). Fecha: Jueves, 19 septiembre 2024

The Golden Stool. Taburete dorado

The Golden Stool Les Arts Valencia 19/09/2024 ©Miguel Lorenzo/Mikel Ponce

Comenzó la 46 edición de Ensems –“Festival Internacional de Música Contemporánea de València”- con un espectáculo largo, tedioso, tópico y con un tufillo rancio que casi da grima. Fue, sin embargo, un éxito de público, que tras casi dos horas sin interrupción de espectáculo, aplaudió con ganas a las diez cantantes/bailarinas/percusionistas/actrices que participan en esta historia de mujeres bautizada como “Afrópera”, que de africano tendrá algo -casi todo el tiempo transcurre en inglés-, pero de ópera tiene menos que este crítico de rockero. Un éxito de público, sí, pero un fracaso para inaugurar un festival que debería ser escaparate de vanguardias, y no exhibición de trufadas músicas pseudo-étnicas, que igual te canturrean la Carmen de Bizet, el Rinaldo de Händel que la Novena de Beethoven o El bello Danubio azul. Un cuadro, vamos. 

La “afrópera” dura casi dos horas. Lo mismo que La Traviata, La Bohème, El Barbero de Sevilla o tantas óperas de verdad. El asunto es sustancioso: la historia de la lucha de mujeres del Imperio Ashanti, en el interior de la actual Ghana, por la libertad de su pueblo y cultura frente al imperial dominio inglés. No deja de ser paradójico que esta obra que reivindica la cultura y formas autóctonas se titule precisamente en inglés, y casi toda ella transcurra en la lengua de Shakespeare, los Beatles y la Reina Victoria.  The Golden Stool, que así se llama el invento, hace alusión al “Taburete dorado”, el trono sagrado que simboliza, como una bandera, el poder y el amor propio de los Ashanti. La historia tiene fondo, interés y perpetua actualidad, y se centra en el formidable personaje protagonista de Nana Yaa Asantewaa (1840-1921), reina madre del Imperio Ashanti, una especie de Agustina de Aragón, Pasionaria, Juana de Arco, Frida Kahlo y tantas otras heroínas de la historia de la humanidad que fueron, son y serán.

Pero el tratamiento que hace Gorges Ocloo (1988), coautor del libreto, de la música y hasta del montaje, escenografía y vídeos incluidos, destila ingenuidad dramática y parvulez musical. Las buena intenciones y la honorabilidad que desprende este invento estrenado en Amberes, en abril de 2023, no bastan para conferir interés y peso artístico a una narración cansina y a retazos, en forma de cajón de sastre en el que se acumulan ideas, detalles, sonido y efectos sin ton ni son, ni más hilo que la fascinante vida de Asantewaa, que merecería un tratamiento más ambicioso conceptual y estético, más profundo, y menos demagógico. Sobran tópicos y lugares comunes. También una imaginación dramático más audaz, capaz de rentabilizar con mayor efectividad los parcos recursos escenográficos.

La amplificación, la mezcla de sonidos grabados con el directo, y la ensalada de estilos y registros de la partitura descarta cualquier análisis o comentario crítico riguroso. Solo señalar que el personaje de Nana Yaa Asantewaa fue defendido con credibilidad y convicción por la soprano Nobulumko Mngxekeza-Nziramasanga, quien comparte protagonismo con la mezzo Nonkululeko Nkwinti, que simboliza la presencia del Imperio Británico en el país africano. Una historia de mujeres contada, cantada, bailada y tocada con pinceladas obvias y poco recurrentes, pero que cala en el espectador bienintencionado, que se identifica con las fuerzas e ideas del bien, aunque sean plateadas de modo tan ingenuo y simplista. Un espectáculo en el que sobran minutos a montones, tópicos e inglés a espuertas. Como dice el viejo maestro de periodismo: “El punto final, lo más cerca posible del comienzo”. Justo Romero

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos