El compositor y pianista polaco Frédéric Chopin fallecía un 17 de octubre de 1849 en París, víctima de una tuberculosis. Finalizaba así una breve pero intensa carrera musical, la cual le permitió convertirse en uno de los referentes más destacados del Romanticismo musical. Entre su obra como compositor, destacan sus reconocidas partituras para piano solo.

Frédéric Chopin

El 17 de octubre de 1849 fallecía en París el compositor y pianista de origen polaco Frédéric Chopin tras luchar contra la tuberculosis. Pese a lo breve de su carrera -falleció a los 39 años-, el mencionado músico fue autor de un gran número de obras, en las cuales el piano siempre es el protagonista. Su virtuosismo y su lirismo le han encumbrado como uno de los referentes del Romanticismo musical, siendo sus partituras frecuentemente interpretadas en diferentes conciertos y recitales.

Chopin cultivó la literatura pianística a lo largo de su vida, recurriendo para ello a danzas polacas como las mazurcas o las polonesas, así como a otro tipo de bailes como el vals. A su vez, fue un gran exponente del repertorio de preludios y nocturnos. Todas sus obras poseen un gran despliegue sonoro, recurriendo al virtuosismo como un elemento característico. A su vez, el recurso del rubato es constante en estas piezas, lo que ofrece a esta música una mayor flexibilidad. Además de este repertorio, el autor polaco también compuso obras camerísticas y vocales, así como orquestales, si bien estas son las menos en comparación con todas las obras pianísticas que escribió.