“Bomarzo” en el Teatro Real

El Teatro Real ha obtenido cuatro nominaciones a los International Opera Awards 2018, prestigiosos premios que se entregan en Londres (el 9 de abril en esta edición) y suponen un reconocimiento al talento y la creatividad en el mundo de la lírica.

Los premios, fundados por Harry Hyman en 2012, se otorgan en 20 categorías. En esta edición el Teatro Real es finalista en cuatro de ellas: Mejor Nueva Producción (Billy Budd, con dirección de escena de Deborah Warner), Mejor Coro, Mejor Recuperación de una Obra (Bomarzo, de Alberto Ginastera) y Mejor Compañía de Ópera.

Los candidatos son elegidos a través de una votación pública de la revista Opera Magazine. Las listas generadas son consideradas por un jurado de críticos y profesionales, presidido por John Allison, director de la revista, que hace la selección final. Los ganadores se designan mediante votación secreta, con la excepción del Premio de los lectores de la revista Opera.

“Billy Budd”, de Benjamin Britten, se presentó por primera vez en Madrid el 31 de enero de 2017 en el Real con una nueva producción concebida por Deborah Warner, con la colaboración, del escenógrafo canadiense Michael Levine, la figurinista griega Chloe Obolensky y el iluminador Jean Kalman.

Por otra parte, desde su incorporación en 2010 como cuerpo artístico estable, el Coro Titular del Teatro Real, dirigido por Andrés Máspero, no ha dejado de recibir elogios.

En cuanto a “Bomarzo”, parte de la cantata que Alberto Ginastera compuso en 1963 y que después decidió convertir en una ópera contando con la complicidad de Mujica Lainez como autor del libreto. El Teatro Real ha recuperado la obra y encomendado la dirección musical a David Afkhan y la concepción y dirección escénica a Pierre Audi.

Por último, la alta calidad de la producción artística del Teatro Real ha convertido este espacio en uno de los grandes teatros de ópera a nivel nacional e internacional, lo que le ha llevado a ser seleccionado como Mejor Compañía de Ópera.

En coherencia con su estrategia de apertura y como señala Joan Matabosch en el libro del Bicentenario, “los espectáculos no se limitan a reproducir hábitos musicales y dramáticos heredados, sino que sintonizan con los problemas, los interrogantes y las pasiones universales de los seres humanos en la actualidad”.