Tiempos peores para la Filarmónica de Berlín
Simon Rattle llegó a la Filarmónica de Berlín en 2002, sustituyendo a Abbado, con un contrato hasta 2012. Los músicos de la agrupación deseaban un cierto cambio y un nuevo repertorio con el que poder realizar grabaciones que aumentasen sus ingresos. Sin embargo las relaciones se han mostrado turbulentas durante estos diez años y el descontento ha ido en aumento. La realidad es que no es fácil encontrar un profesor que ame a su titular. De ahí que sorprendiese su renovación, firmada en 2009, con una extensión hasta 2018.
Justo cuando podía haberse dado por concluido el contrato inicial ha tenido lugar un curioso pero significativo suceso. Karajan creó el Festival de Pascua de Salzburgo en 1967 con la idea de especializarse en Wagner, repertorio que apenas se abordaba en agosto para no competir con Bayreuth, y con los servicios de sus berlineses frente al predominio de los filarmónicos vieneses en verano. Berlín y Salzburgo han estado unidos hasta esta pasada Pascua, ya que Rattle y la orquesta han decidido mudarse a Baden Baden. Rattle dejó que un miembro de la orquesta se dirigiese al público para expresar “su gran cariño por la ciudad”, pero recibió muestras de incredulidad por parte de los aficionados que obligaron a Rattle a coger el micro. La tormenta fue aún mayor: “¡Falso! Te has vendido. Dejas Salzburgo sólo para ganar tu más”. Estas y otras lindezas no debieron de agradar a muchos de los profesores. Si además pensaban que podrían llevarse al público habitual de Salzburgo camino de Baden Baden, les va a resultar muy difícil. Salzburgo apostó fuerte con el nombramiento de Thielemann y la Staatskapelle de Dresde, sin duda una gran orquesta, y posiblemente esta combinación reúna ahora más atractivo que el binomio Rattle & Berlín. Por si fuera poco, Thelemann ya ha dado a conocer sus ganas de adentrarse en el repertorio más italiano, con “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci”. Nuevos aires para la Pascua salzburguesa.
Pero no queda ahí la cosa para los berlineses y, desde la propia orquesta llega la noticia de que probablemente la anunciada colaboración de tres años con Madrid y el Real se quede reducida a la “Flauta mágica” de la temporada próxima. Tiene su lógica en los momentos actuales, pero la orquesta va a dejar de ingresar unos buenos dineros.