Robert Treviño y la Euskadiko Orkestra dedican su primera grabación conjunta a Maurice Ravel
Robert Treviño y la Euskadiko Orkestra dedican su primera grabación conjunta a Maurice Ravel
El sello finlandés Ondine ha editado el primer álbum del conjunto junto a su director titular, con el que tratan de indagar los ritmos vascos ocultos en la obra del compositor francés
Robert Treviño, director titular de la Euskadiko Orkestra, ha querido, desde el inicio de su posición al frente de la orquesta, explorar la identidad vasca de Maurice Ravel, quien nació en Ciboure, departamento de los Pirineos Atlánticos, parte del País Vasco francés, de padre suizo y madre vasca.
Resultado de este estudio han sido sus múltiples programas dedicados a este compositor que ha presentado en diferentes temporadas, así como en el debut de la orquesta en el Thèâtre des Champs-Élysées de París. El pasado lunes 12 de abril, el director presentó su primer álbum junto a la orquesta de Euskadi, que en palabras del maestro “ha sido un gran reto, porque es un repertorio que la gente conoce extremadamente bien y que ha sido muy bien grabado. Se ha interpretado excelentemente a lo largo de la historia”. Por ello, el interés del director reside en desentrañar la huella de la música vasca en su producción sinfónica: “Hay muchos pasajes en la música de Ravel que se pueden señalar como específicamente vascos, ritmos o modismos populares que se hallan ocultos por toda su música. Ravel era franco-vasco y, aunque hay mucho color francés en su música, también hay franqueza y determinación vascas. Nos hemos sumergido en su música y hemos repensado a este magistral compositor, encontrándole verdades que quizás son menos evidentes para las orquestas no vascas. Ha sido una gran experiencia”.
Esta es la primera vez que Treviño graba a Ravel, no así la Euskadiko Orkestra, que cuenta en su amplia fonoteca con otro monográfico de Ravel grabado en el año 2000 con su entonces titular Gilbert Varga y con Joaquín Achúcarro. Aquella grabación registró los dos conciertos para piano de la mano del pianista bilbaíno y la Alborada del gracioso, que se recupera ahora junto a La Valse, Bolero, Rapsodia Española, Pavana para una infanta difunta y Une barque sur l’océan.
La grabación se llevó a cabo en octubre pasado en el Auditorio Kursaal, y a su amplio escenario se añadió una plataforma extra para que las/os cerca de 90 músicas/os mantuvieran las distancias de seguridad exigidas en la actualidad.
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