El Tribunal Superior de Justicia de Valencia declara nulo el nombramiento de Vicent Ros como director del Palau de la Música

El Tribunal Superior de Justicia de Valencia declara nulo el nombramiento de Vicent Ros como director del Palau de la Música

El Tribunal señala la abstención indebida de tres componentes del Tribunal o Comisión de Evaluación que aprobó su candidatura y pide la revisión de los méritos de todos los candidatos

Ramón Tebar, Glòria Tello y Vicent Ros

Como informan diarios valencianos, el Tribunal Superior de Jusiticia de la Comunitat Valenciana ha declarado “la nulidad de pleno derecho” del nombramiento de Vicent Ros como director del Palau de la Música. El director del auditorio, elegido en 2016, renovó su contrato a finales de junio de 2019 por tres años más a pesar de no haber concejal de cultural.

Esta elección fue el resultado de un proceso de selección abierto al que se presentaron 15 candidaturas y hoy el Tribunal Superior pide que se revaloren los méritos de los candidatos que se presentaron, ya que el concurso se considera nulo por “la abstención de tres de los componentes del Tribunal o Comisión de Evaluación”: Teresa Catalán, catedrática del Conservatorio Superior de Música de Madrid; Francisco Javier Vila Biosca, secretario del Palau; y José Manuel García Nestares, subdirector de gestión del Palau.

Según el Tribunal, estas personas no cumplieron con los deberes del jurado, que debe emitir su juicio a favor o en contra y solo pueden abstenerse si se apartan del procedimiento de selección, condición que no cumplieron. Por tanto, son tres abstenciones “no justificadas y con motivo de nulidad porque sus votos pudieron alterar la nota media de los candidatos”, señala el musicólogo y candidato a la dirección Josep Ruvira, quien el 13 de marzo denunció esta “abstención indebida” de los miembros del jurado.

Por otro lado, desde el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia se ha cuestionado la gestión cultural del Palau de la Música, cerrado tras los derrumbes de las salas Rodrigo e Iturbi, que en el cierre del año pasado acumuló un volumen de deudas de 500.000€ y aún no ha comenzado con la sobras de rehabilitación del edificio.