Un convincente “Romeo y Julieta” en el Real
Temporada del Teatro Real
Un convincente “Romeo y Julieta”
“Romeo y Julieta” de Gounod. S.Yoncheva, R.Alagna, M.Atxalandabaso, J.Martín-Rollo, R.Tagliavini, M.Crebassa, D.Montague, A.Lozano, D.Castillo, T.Marsol, L.Alvaro, F.Radó. Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. M.Plasson, director. Teatro Real. Madrid, 16 de diciembre.
¿Quién nos iba a decir hace un par de años que en una ópera del Teatro Real íbamos a escuchar un reparto al 50% español? En tiempos de Mortier hasta la mayoría de los secundarios habrían sido extranjeros. En algo hemos avanzado, sobre todo si además los intérpretes españoles están, como es el caso, a la altura de las primeras figuras extranjeras. Ello claramente hay que imputárselo a Joan Matabosch. Probáblemente también otro de los aciertos del concierto: la simulación gesticular de una representación. Con la crisis han aumentado su presencia en muchos teatros las óperas en concierto. “Romeo y Julieta” tiene escenas que recomiendan una auténtica representación escénica. Así la muerte de Tebaldo. Bien es cierto que Gounod compone su obra alrededor de los cuatro dúos intimistas de ambos protagonistas, pero seguro que no es esto lo que lleva a ofrecer la ópera en concierto. Pesa más la moda, en un par de sitios importantes se programa y el ejemplo se expande, pero sobre todo el hecho económico y la posibilidad de contar con figuras de relieve que prefieren cobrar cada actuación sin verse obligados a largos días de ensayos escénicos. En fin, que a falta de pan, buenas son tortas y, al menos, tuvimos un concierto en el que no había atriles para los cantantes y éstos se movían intentando reflejar lo que sucede en el texto.
La cotización de Sonya Yoncheva ha subido desde sus anteriores actuaciones en Madrid y Valencia. Hoy es una figura, por cierto con cd recién aparecido en el mercado. La voz es amplia en volumen, sin especial calidad en el timbre, pero la maneja con gusto y sentimiento. Su Julieta no es la de tierna de Freni ni la cautivadora de Georhiou, pero convence. Roberto Alagna, tambien con nuevo y en este caso doble cd, ha pasado a repertorios más pesados desde que grabó esta ópera con Plasson. Volver a la mayor ligereza y la tesitura de este Gounod no es fácil y se revela en el uso contínuo del mezzoforte y el empleo del falsete en los pasajes más comprometidos, por más que los agudos sigan irreprochables. En cualquier caso ambos componen una buena pareja protagonista. A nivel los demás personajes y así cabe destacar, tan sólo como ejemplo y por no citar a todos ellos, la vena teatral de Martín-Royo, la sólida voz de Tagliavini y el saber hacer de la veterana Diana Montague, de tantos recuerdos madrileños.
Es hecho habitual que los directores ralenticen sus lecturas de las partituras con la edad. Afortunadamente no ha es el caso de Michel Plasson en el Real, mostrando toda la vitalidad de la música y obteniendo de coro y orquesta unas magníficas prestaciones desde la intensa obertura. No es de extrañar el entusiasmo del público del estreno. Anímense, que quedan bastantes entradas. Gonzalo Alonso
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