Un descubrimiento
X Ciclo de Lied
Un descubrimiento
Obras de Brahms, Debussy, Berg, Poulenc, Messager y Moisés Simona. Susan Graham, mezzo y Malcoln Martineau, piano. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 17 de mayo.
Debutaba en el X Ciclo de Lied la mezzo de Nuevo México Susan Graham. Venía precedida de algunos discos con arias de Mozart y Gluck, canciones de Reynaldo Han e incluso una buena versión de “Las noches de estío” de Berlioz, compositor en el que parece se ha especializado. Pues bien, resultó todo un descubrimiento para los asistentes, quienes desearían tener pronta ocasión de escucharla en nuestro primer coliseo lírico. Y es que Graham es una artista de la cabeza a los pies. Fue inteligente al plantear un programa versátil sin caer en la “ensalada mixta” -acumulación de obritas a base de una adecuada combinación de piezas serias y de “entretenimiento” que, además, no entran en los lugares comunes de las interpretaciones. Salió al escenario con traje largo negro y enorme floripondio en una solapa para realizar una justa puesta en escena de su intervención, sobria, elegante pero variada y comunicativa. El término justo. ¿Y la voz? Pues estilísticamente en la línea de las “von”, las Stade y Otter, aunque con una mayor proyección vocal. Si el caudal es amplio, la extensión es suficiente, sin los graves cavernosos de las mezzos italianas o alemanas, y el color atractivo. Con todo ello lo más interesante es su forma de cantar, musical, matizada en la expresión, entregada en ésta, comunicativa, atenta a las dinámicas, diferenciadora en los estilos… Lo dicho, una artista. Para los aficionados maduros una comparación: en muchos aspectos me recordó a la gran mezzo anglosajona Janet Baker. Disfrutamos de unas “Zigeunerlieder Op.103” de Brahms de perfecta dicción, a unas “Proses Lyriques” de Debussy evocadoras, del profundo Berg de los “Sieben frühe lieder”, para divertirnos con el último bloque “operetero”. Allí volcó el teatro con la picardía de “J’ai deux amants” de Messager y la gracia gitana de “Cést ça la vie” de Simons. Redondeó la faena con la preciosa “A Cloros” de Hahn, un nuevo Debussy, un Mahler y una canción a lo “Bernstein” compuesta para ella por un amigo americano en la que con el título “Sexy lady” hace una parodia de las mezzos. Un triunfo total de una cantante madura y en plenitud, acompañada excelentemente al piano por Malcolm Martineau. Gonzalo ALONSO
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