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Por Publicado el: 20/02/2017Categorías: En vivo

Un Don Giovanni lastrado en ABAO

DON GIOVANNI (W. A. MOZART)

ABAO. Palacio Euskalduna de Bilbao. 18 Febrero 2017.

Las óperas de Mozart en general y Don Giovanni en particular son mucho más difíciles de representar que lo que parece y en muchas ocasiones, como la que ahora nos ocupa, el resultado es más bien deficiente. El riesgo de convertir el dramma giocoso mozartiano en un dramma noioso es muy alto, si las cosas no funcionan debidamente. Y eso es lo que ha ocurrido con este Don Giovanni de ABAO, lastrado sobre todo por una dirección musical sin vida, una producción escénica sin dirección de actores y un reparto vocal irregular.

Siempre he creído que dirigir Don Giovanni es una empresa muy difícil y únicamente directores de mucho prestigio son capaces de salir airosos del trance. El anuncio de Keri Lynn Wilson al frente de la ópera me resultó sorprendente desde el principio, ya que es una directora solvente en el repertorio de la segunda mitad del siglo XIX, pero no es lo que se necesita para hacer justicia a esta obra maestra de Mozart. Muy pocas han sido las veces que la canadiense ha dirigido óperas de Mozart y menos todavía las que lo ha hecho con Don Giovanni y eso siempre se nota. Su dirección ha sido claramente insuficiente, con una falta de vida, fuerza y ligereza evidentes, aparte de tiempos bastante erráticos y pesantes, en general. . Así Don Giovanni tiene muy poco de dramma giocoso y se convierte en un auténtico dramma noioso, como digo más arriba. La versión que nos ha ofrecido ha sido la de Viena de 1788, eliminando, por tanto, la moraleja final. La Orquesta Sinfónica de Euskadi no fue particularmente brillante a sus órdenes, cumpliendo bien el Coro de Ópera de Bilbao en sus breves intervenciones. Como protagonista estaba Simon Keenlyside, que ha sido uno de los grandes intérpretes de Don Giovanni en los último años y sobre cuyo estado vocal tenía dudas, ya que los aficionados conocen que ha tenido que parar su actividad durante año y medio por serios problemas de salud vocal. No cabe duda de que el británico es un destacado artista en escena y un notable cantante, pero su estado vocal no es de antes de la parada a la que he hecho referencia. Yo le he visto cantar Don Giovanni en varias ocasiones anteriormente y su voz era más brillante que ahora, incluso con mayor volumen. Por otro lado, la deficiente acústica del Euskalduna tampoco le ayudó mucho.

Simón Orfila demostró una vez más que es un consumado Leporello, aunque su voz nunca ha sido un prodigio de calidad precisamente. Creo que otro director de escena más avezado podría haber sacado más partido de sus dotes de actor. Davinia Rodríguez fue una decepcionante Donna Anna. Me resulta totalmente increíble que esta soprano haya podido cantar la Lady Macbeth de la ópera de Verdi. Algo va mal en el mundo de la ópera para que esto sea posible. La voz de la soprano canaria es muy metálica a partir del centro y muy estridente en la parte superior, mientras que los graves resultan un tanto engolados. Su interpretación del aria Or sai, chi l’onore dejó mucho que desear, mejorando en Non mi dir, donde resolvió de modo correcto las agilidades. En conjunto, fue una decepcionante Donna Anna. En la parte de Donna Elvira tuvimos a la italiana Serena Farnocchia, que sustituía a María Bayo. No ha habido información por parte de ABAO de los motivos de la sustitución y todo parece indicar que la soprano navarra ha sido recusada, ya que estuvo en Bilbao en los primeros ensayos de la ópera. La italiana fue una intérprete sin mucho brillo, un tanto impersonal y más bien corta en graves. Cantó correctamente Mi tradí, pero no es de las cantantes de las que uno se acuerda pasados unos días. La mejor sorpresa de la representación fue la interpretación de José Luis Sola como Don Ottavio. Cantó con gusto, afinación y magnífico estilo mozartiano sus dos arias, que fue lo mejor cantado de toda la ópera y así lo reconoció el público. En su timbre sigue habiendo nasalidades y su volumen vocal no es excesivo, pero su Don Ottavio fue ejemplar.

Miren Urbieta cumplió en la parte de Zerlina, sin mayor brillo. En general, su actuación fue bastante parecida a la de San Sebastíán el verano pasado. Ella habría necesitado un buen director de escena para sacar todo el partido a este simpático personaje, pero no lo tuvo ni aquí ni en Donosti, donde la ópera fue semi-escenificada. Gianluca Buratto fue un sonoro Comendador, cuya actuación fue mejor de lo que yo esperaba. No es el bajo profundo que requiere la parte, pero el italiano lo resolvió francamente bien, aunque quedara un poco corto en las notas graves. Finalmente, el joven italiano Giovanni Romeo lo hizo bien en Masetto. La voz tiene cierta calidad, un tanto reducida en volumen y él se desenvuelve bien en escena. El otro aspecto que dejó mucho que desear fue el escénico. Se ofreció la producción de Jonathan Miller, que procede del Palau de les Arts de Valencia, donde se estrenara la temporada de su inauguración, con el sonado accidente en el escenario del teatro, siendo repuesta hace 5 años. Se trata de una producción de corte muy clásico con un escenario único, que no ofrece sino unas paredes laterales y otra al fondo, con sus puertas, dejando un espacio abierto por delante, donde se desarrolla la acción. El vestuario se debe a Clare Mirchell y resulta adecuado para la concepción de la producción, quedando un tanto corta la iluminación, que es obra como la escenografía de Jonathan Miller. El conocido regista británico no ha estado en Bilbao, habiéndose encargado de la dirección escénica Allex Aguilera. La verdad es que la mencionada dirección de escena es prácticamente inexistente. No hay dirección de actores, quedando todos abandonados a su suerte, habiendo contribuido en gran medida a la sensación de aburrimiento que dominó en la representación.

El Euskalduna ofrecía una magnifica entrada de alrededor del 95 % de su aforo. El público se mostró un tanto frío durante la representación, ofreciendo una cálida acogida a los artistas en los saludos finales, siendo los aplausos más intensos para José Luis Sola y Gianluca Buratto. La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 3 horas y 23 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 50 minutos, unos 10 minutos más larga que otras versiones en las que también se cortaba la moraleja final. Cinco minuto de aplausos. El precio de la localidad más cara era de 214 euros, constando 84 euros la más barata.  José M. Irurzun

Fotos: Moreno Esquibel

 

 

 

5 Comments

  1. A.Velasco. 20/02/2017 a las 11:53 - Responder

    Gracias, Sr Irurzun.
    Es un bálsamo leer sus críticas , infinitamente más cerca de la la realidad musical y canora que escuchamos el sábado, que la que ofrece la crítica oficial…Voz interesante la de Donna Ana ¡!

  2. Korben 20/02/2017 a las 15:57 - Responder

    Ante todo, muchas gracias por su crónica!!

    Me gusta mucho la opera, pero no he podido disfrutarla en directo tanto como hubiera deseado. Pero este sábado, pude asistir a la representación de Don Giovanni en el Euskalduna y, personalmente (sin ser un experto en repertorios e interpretaciones), disfrute mucho con las interpretaciones de Gianluca Buratto (sublime) y José Luis Sola. El resto de las interpretaciones me parecieron planas y no me conmovieron lo más mínimo.

    Me ha llamado mucho la atención que haya tenido la misma impresión de esta representación que la de un experto en el tema. ¡Una verdadera y grata sorpresa para mi!

  3. José Antonio Anton Saiz 20/02/2017 a las 18:09 - Responder

    Me encanta leer sus críticas ,que coinciden casi siempre con la mía una vez asistido a las representaciones.Me gusta leer algo que es una crítica y no la consabida alabanza a todo.Ademas ya vale del nulo respeto al público y a los socios de ABAO en los cambios de cantantes.Desaparecio Camarena y no dijeron nada,María Bayo y lo mismo.Pero esto que es….Gracias Sr.Irurzun por dignificar la labor del crítico

  4. Aitor Z. 21/02/2017 a las 02:57 - Responder

    Y yo me pregunto. Habrán visto el mismo espectáculo estos dos críticos? Mi opinión la guardo para mí, pero esto es de traca. O uno es ciego y sordo o el otro no se entera.
    Sacad vuestras propias conclusiones. Sobretodo respecto a la dirección escénica.
    http://www.elcorreo.com/bizkaia/culturas/musica/201702/20/sobre-tipologia-vocal-20170220110413.html

  5. Inma A. 21/02/2017 a las 20:11 - Responder

    No sabe cuanto le agradezco esta crítica,que es más ó menos(con palabras menos expertas),lo que yo comentaba a mis acompañantes durante la cena después de la representación del sábado. Nunca pensé que podría llegar a bostezar,en algunos momentos, escuchando Mozart!!!
    Y luego leo un par de criticas, no se de quien, en la página de Abao. Y pienso…”estos señores y yo no hemos estado en el mismo teatro ó yo no entiendo nada.

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