Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Congreso de kontratenorras
EL DIVINO Y EL ANTIDIVO
Por Publicado el: 30/08/2009Categorías: Crítica

Un “Israel en Egipto” excepcional

70º Quincena Musical Donostiarra
Un “Israel en Egipto” excepcional
“Israel en Egipto” de Haendel. Coro Monteverdi y The English Baroque Soloist. J.E. Gardiner, director. Auditorio Kursaal. San Sebastián, 29 de agosto.
El oratorio de Haendel “Israel en Egipto”, estrenado en el Kings Theater londinense en 1739, no constituyó inicialmente uno de los grandes éxitos de su autor, quizá por su contenido excesivamente reflexivo y reiterativo en el texto, así como por el absoluto protagonismo del coro frente a los solistas. Sin embargo estamos ante una partitura excepcional, de enorme delicadeza sin perder un ápice de fuerza. Gardiner, que en su día llevó al disco la versión original completa, recurrió sabiamente a la revisada con dos partes en vez de tres, haciendo honor al refrán “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
El concierto era esperadísimo y, no sólo no defraudó a nadie, sino que incluso superó las expectativas. Gardiner es un gran director y un gran músico, que ha demostrado que el enfoque historicista en el barroco es compatible con otros repertorios plenamente románticos, véanse sus “Troyanos” o su reciente “Carmen”. Nunca hace arqueología musical, sino que desde el presente trata de buscar aquellas sonoridades que mejor convengan a las obras y habitualmente da en plena diana. Su lectura de “Israel en Egipto” contagiaba vivacidad, admiraba en amplitudes dinámicas y refinamiento e impregnaba de luz propia a todas las voces de la magnífica obra. Todo ello sin partitura en un atril.
Claro que contó con dos excepcionales conjuntos que él mismo ha moldeado. The English Baroque Soloist respondieron a la perfección y hasta sus treinta y tantos músicos parecieron sonar a veces como una orquesta mucho más amplia sin por ello perder transparencia. Baste el ejemplo, auténticamente sobrecogedor, de las cuerdas en el inicio del pasaje “Y los pueblos templaron al escuchar las noticias”. Y qué decir del Coro Monteverdi, con 32 voces que poseen la calidad de un solista y que a pesar de ello saben cantar juntos como pocos. Once de sus componentes tuvieron ocasión de lucirse en las intervenciones solistas, fundamentalmente dúos, y algunos de ellos cantaron mejor que muchos de los solistas que habitualmente escuchamos en este repertorio. Voces afinadas, educadas, muy musicales como lo son las inglesas, pero también plenamente audibles. El público se puso en pié y obligó a repetir el número coral final “Cantad al señor”.
Por lo demás la crisis económica también se deja notar en la Quincena, con la supresión del amplio y tradicional programa general, la reducción al mínimo del de mano o la eliminación del habitual cóctel de los patrocinadores al acabar un concierto como el comentado. Gonzalo Alonso

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos