Recomendación: Benjamin Grosvenor, un joven con talento
Un joven con talento: Benjamin Grosvenor
Benjamin Grosvenor tiene 26 años. En 2011 firmó un contrato con el sello Decca, y hasta la fecha ha grabado cuatro discos. Su repertorio gira fundamentalmente en torno a los clásicos del siglo XX, pero suele incluir en sus recitales obras de Bach. Y aunque se sienta más a gusto haciendo música de Ravel o Gershwin, sus incursiones en Beethoven o Mozart, y su interés por Mendelssohn, Chopin o Schuman revelan igualmente su inquietud hacia el piano romántico. Hasta ahora, que yo sepa, no se ha planteado la interpretación de algún ciclo importante, lo que de alguna manera quiere decir que es todavía un artista en construcción. Hasta donde he podido llegar, es decir, a sus discos, podría decir que se trata de un joven pianista con bastante talento musical, unos dedos más que estimables, y sobre todo, con una línea coherente en sus interpretaciones. ¿Cuál? No estamos ante un pianista explosivo, y lo que todavía es todavía mejor, un seudointérprete. Parece creer en lo que hace, y lo que hace lo hace con normalidad, sin forzar señas o buscar lo diferente por el hecho de serlo. Para mí es agradable, pues, escucharle, porque da más importancia a la tradición, a las normas no escritas del teclado clásico, que a cualquier intento de apuntar a lo nuevo de manera gratuita. O sea, un chico con talento, nada presuntuoso, que toca con la humildad propia del aprendiz atento y consciente de que ese es el camino correcto. No parece que Grosvenor vaya a desperdiciar sus excelentes cualidades, como está sucediendo desde hace años con más de un joven pianista sobrado.
Se presenta en Madrid de la mano de la Fundación Scherzo y su Ciclo de Grandes Intérpretes, que reanuda así su programación. El programa está muy bien construido. Son como tres partes, la primera con Bach y Mozart (la Suite francesa núm.5 y la Sonata en Si bemol mayor, respectivamente); la segunda, un desarrollo de la línea Chopin-Granados, con la Barcarola del primero, y dos piezas de Goyescas. Para acabar con Gaspard de la nuit, de Ravel. Todo marca de la casa, lo que es estupendo para que la toma de contacto del público madrileño con este, podríamos decir, nuevo pianista sea la mejor de las posibles. Pedro González Mira
Benjamin Grosvenor, piano. Obras de Bach, Mozart, Chopin, Granados y Ravel. Auditorio Nacional de Música, Sala sinfónica. Martes 9, 19.30. Entre 25 y 57 €.
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