Un modesto Campanello en Wexford
Un modesto Campanello
IL CAMPANELLO DI NOTTE (G. DONIZETTI)
Whites Hotel de Wexford. 2 Noviembre 2016.
Junto con las óperas principales, el Festival de Wexford ofrece también otras tantas óperas cortas en el pequeño teatro del Hotel Whites. Este año las óperas elegidas han sido Il Campanello, de Gaetano Donzetti, Riders to the Sea, de Ralph Vaughan Williams, y The Bear, de William Walton. Estas óperas se ofrecen con acompañamiento de piano y con artista noveles, muchos de ellos casi debutantes.
Il Campanello se estrenó en Nápoles en 1836, perteneciendo, por tanto, a la época de triunfos de Donizetti. Se trata de una auténtica farsa, que no ha tenido mayor éxito en gran parte debido al hecho de que no hay personaje para un tenor. La trama tiene que ver con el matrimonio del boticario Don Anníbale con Serafina, a quienes estropea la noche de bodas el antiguo amante de Serafina, el barítono Enrico, llamando durante toda la noche al timbre del farmacéutico, usando los más extraños disfraces. No es una ópera muy habitual en las programaciones de los teatros y recuerdo haberla visto en el Teatro de la Zarzuela en el año 1986 en una producción de Emilio Sagi y con Carlos Chausson como protagonista. Era un programa doble con Pagliacci, donde Canio era José Carreras.
La producción escénica tiene que ser necesariamente simple y es obra de Roberto Recchia, que sirve bien a la trama dentro de una gran simplicidad. La dirección de escena va por caminos de excesiva bufonería, pareciendo más propia para niños que para adultos. Se introdujeron una serie de morcillas de otra operas de Donizetti y también de otros compositores, entre ellos Mascagni.
Don Annibale fue interpretado por Pietro Di Bianco, con cierta desenvoltura escénica y una voz de escasa calidad. El barítono Michele Patti cantó indispuesto, pero me temo que tampoco en plenas facultades habría resultado muy interesante. Correcta y modesta la Serafina de la soprano Rachel Croash.
En los personajes secundarios Madama Rosa, la madre de Serafina, era Michaela Parry, desenvuelta en escena. El tenor Aidan Coburn fue un modesto Spiridone.
La dirección musical fue llevada adelante por Tina Chang al piano, que lo hizo bien. El coro estaba compuesto por 4 cantantes, que se desenvolvían mejor en escena que cantando.
La sala, que ha sido ampliada hasta albergar a algo más de 450 personas, había agotado sus localidades. El público se mostró complacido con el resultado de la representación.
El espectáculo comenzó con 6 minutos de retraso y tuvo una duración de 1 hora y 13 minutos. Dos minutos de aplausos.
La localidad única costaba 25 euros. José M. Irurzun
Fotos: M. Carty
Que modesta critica