Un repaso a la trayectoria de Antonio Moral

Antonio Moral defiende que la dirección del Festival de Granada llega en un momento profesional adecuado y la afrontará con el cariño que merece

Antonio Moral

Antonio Moral aceptó la dirección del Festival Internacional de Música y Danza de Granada con su sí rotundo, una afirmación que aliviaba la situación de urgencia tras la decisión de Pablo Heras-Casado de retirarse de la organización del Festival.

Aunque se barajaron nombres como el de los directores Miguel Ángel Gómez-Martínez o Pedro Halffter, el Consejo Rector del Festival aceptaba por unanimidad el nombramiento de Antonio Moral como futuro director del Festival, que en 2020 celebrará su 70º aniversario y el primer centenario del Concurso de Cante Jondo.

“Es una oferta que llegó en el momento justo”, declaró Moral tras conocer la noticia, ya que, aunque ha tenido “ofertas para dirigir tres teatros de ópera, en España y en el extranjero, y para poner en marcha un proyecto en La Joya, California, no tenía ganas de seguir haciendo lo mismo en mi carrera”.

Moral puso en marcha la revista Scherzo, de la que fue su primer director desde 1985 hasta 2001, papel que compaginó con la organización de conciertos como el Ciclo de Grandes Intérpretes y el ciclo Jóvenes intérpretes, ambos celebrados en el Auditorio Nacional. Durante esos años, el gestor fundó los Festivales de Mozart en Madrid – del que fue director hasta su desaparición en 1997, tras 10 años – y de A Coruña, siendo su responsable artístico hasta 2002. La Fundación Caja Madrid también depositó su confianza en el criterio de Moral para su Programa de Música, ejerciendo como asesor musical y responsable artístico hasta agosto de 2005.

Ese año se embarcaría en la dirección del Teatro Real, un “trasatlántico” del que se despediría tras 5 años de gestión, para recomenzar en el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Según varias afirmaciones a la prensa, Moralabandonó la dirección del coliseo madrileño por evitar intromisiones políticas en la programación.

Moral aceptó la dirección del CNDM en la etapa en la que Félix Palomero era director del INAEM, “cuando apretaba la crisis y el presupuesto era muy ajustado”, recuerda. Con esta institución, el gestor de Puebla de Almenara llegó a programar más de 300 conciertos al año en toda la geografía española. Aquí impulsó, tras la iniciativa de Gonzalo Alonso y Alfredo Tejero, la creación del ciclo del Lied, que este año ha alcanzado su 26º edición en el Teatro de la Zarzuela, el Liceo de Cámara, y con el que defiende, encontró el espacio para aquellos intereses del público que no estaban representados en la programación habitual: “Si al público le buscas el hueco adecuado que no le ofrecen otros, te irá bien. Por ejemplo, el barroco. Siempre tuve claro que había aficionados suficientes como para llenar un ciclo dedicado a esta música. Eso hicimos desde el CNDM y funciona perfectamente”.

Sin embargo, en 2018 dejó el CNDM motivado principalmente por la rigidez de la administración: “Estoy cansado después de 13 años de gestión intensa. Desgraciadamente, el Inaem no depende del ministerio de Cultura, sino de Hacienda. Ellos tienen la última palabra y es un problema que debemos solucionar porque ya son 8 años así”, comentaba en rueda de prensa.

Ha colaborado también con la Universidad de Santander desde hace años para organizar conciertos, conferencias y cursos musicales.

Su periodo de descanso parece haber acabado, reconoce tras haber aceptado la dirección del Festival de Granada, un organismo que ya barajó su nombre junto al de Heras-Casado pero fue descartado por interferencias políticas: “No me veo jubilado y esto me hacía mucha ilusión. Estoy libre y no tengo que dejar nada para hacerme cargo de Granada. Llega en el momento justo”. Antonio Moral ocupará el puesto de la dirección del Festival el 3 de enero y seguirá ocupándose del ciclo de lied y el de cámara que dirige en el Círculo de Bellas Artes, un ciclo que se estrenó esta temporada.