Una cena
Estupenda la cena que tuvo lugar en Valencia, en plena apoteosis valenciana. Asistían dos directores generales de sendos institutos nacional español y nacional valenciano -¿se dirá ahora así?-, el vicepresidente y el gerente de una asociación de amigos de la ópera, sendos críticos de un diario nacional español y de la edición nacional local…. Comieron espléndidamente y bebieron aún mejor. Gracias, claro, a la selección de caldo que realizó el crítico nacional español. El más caro. Y yo me pregunto si la selección sería del agrado de quien pagaba la factura. A menos que la pagásemos todos nosotros, ciudadanos de la nación española.
¿A qué joven director de orquesta se le ha visto más de una noche, a altas horas, andando un tanto desaliñado por la ciudad a la que más vinclulado está?
¿Quién es el crítico que no para de insinuarse a unos y otros gestores, ya sean de entidades privadas u oficiales, para que le nombren asesor de sus proyectos haciendo ver la conveniencia mediatica de tal contratación? Cada día hay más corruptelas en la música.
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