Universo Barroco cierra el año con Monteverdi
Universo Barroco cierra el año con Monteverdi
El domingo a las siete, el ciclo Universo Barroco del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) presenta, en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid, su última cita del presente año. Este concierto forma también parte de #Monteverdi4.5.0, serie musical del CNDM, programada por toda España, que está conmemorando a lo largo de 2017 el 450 aniversario del nacimiento de Claudio Monteverdi.
Los protagonistas de esta cita serán los conjuntos Balthasar Neumann Chor & Ensemble, que, tras ofrecer en el Auditorio Nacional las tres partes de la obra monteverdiana Selva morale e spirituale, una de las piezas de música sacra más trascendentes de la historia, llegan ahora para presentar las Vespro della beata Vergine (popularmente conocidas como Vísperas) del genio cremonés. En esta ocasión, el virtuoso grupo estará dirigido por su fundador, Thomas Hengelbrock.
Según Enrique Martínez Miura: “Probablemente, desde nuestra perspectiva de una distancia de cuatro centurias, la aportación más innovadora y la influencia más duradera de Monteverdi se asocian a sus óperas, porque se le puede considerar con toda justicia como el auténtico creador de la forma, en el sentido de que fue el primero —con L’Orfeo, estrenada en Mantua en 1607— en comprender y utilizar las posibilidades dramáticas y musicales del teatro puesto totalmente en música. Pero hubo otro campo en el que la huella del artista cremonés se dejaría sentir con igual fuerza, el de la música religiosa. Estando aún al servicio de la corte ducal de Mantua, escribiría las Vespro della beata Vergine, editadas en 1610. La tradición de las Vísperas como parte del servicio divino remontaba a prácticamente los primeros tiempos del cristianismo, consistiendo en lo esencial del versículo y responsorio “Deus in adiutorium” y cinco salmos seguidos de otras tantas antífonas. En cada monasterio, iglesia o catedral se procedía a utilizar la música que se guardaba en sus archivos, evidentemente sin sentido unitario alguno. Aquí se encuentra la principal novedad introducida por Monteverdi, quien abarcó el servicio como una unidad superior, aunque de importancia no desdeñable vendría asimismo a ser un elemento conceptual, la música suministrada pensada como una obra de arte debida a una única persona. Pero no puede dejarse de lado que esta exaltación mariana no es comprensible al margen del culto a la Virgen promovido por la Contrarreforma. Buscase o no un nuevo puesto de trabajo, acaso en la mismísima Capilla Vaticana, luego de peligrar su labor en Mantua a la muerte de Francesco Gonzaga, las Vespro supusieron un importante y difícil empeño para Monteverdi, quien no solo le dedicó esta creación al papa Pablo V, sino que incluso viajó a Roma para entregarle personalmente un ejemplar de la edición. Pero su nuevo destino no estaría junto a la sede pontificia, sino en la no menos impresionante basílica de San Marcos de Venecia a partir de agosto de 1613. Sea como fuere, en esta obra maestra absoluta —que siempre se compara con la Misa en si menor de Bach y la Misa solemne de Beethoven—, Monteverdi no dejaba de cumplir con la funcionalidad religiosa que se esperaba de su trabajo con un auténtico recorrido por todas las formas y estilos a su alcance: canto gregoriano, polifonía —grande o restringida—, solos vocales, concierto con solista y pieza instrumental. Un conjunto en verdad heterogéneo mas fundido en el crisol único del idioma monteverdiano y únicamente definible —aun en su evidente anacronismo— como «poliestilista», con el que se adelantó en más de tres siglos y medio a experiencias análogas de la vanguardia de nuestra época.”
Thomas Hengelbrock es director principal de la NDR Elbphilharmonie Orchester, fundador y director de los Balthasar-Neumann-Ensembles y “Chef associé” de la Orquesta de París. Es uno de los directores más prestigiosos de nuestro tiempo. Su repertorio abarca desde la música del siglo XVII hasta obras contemporáneas e incluye todos los géneros. Como director invitado, Thomas Hengelbrock disfruta a nivel nacional e internacional de una excelente reputación: las diferentes invitaciones le han llevado a orquestas de renombre como la Orquesta Real del Concertgebouw, la Filarmónica de Viena, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera y muchas más. Con regularidad Thomas Hengelbrock se presenta en el Teatro Real Madrid, en la Ópera de París, en el Festspielhaus Baden-Baden y en el Konzerthaus Dortmund y trabaja con cantantes como Plácido Domingo, Cecilia Bartoli, Anna Netrebko y Christian Gerhaher. Entre otros momentos destacados de la temporada pasada se encuentran la apertura de la Filarmónica del Elba en Hamburgo en enero de 2017, el concierto inaugural con la Orquesta de París y giras mundiales con el Balthasar-Neumann-Ensemble.
En los años 90, Thomas Hengelbrock creó con el Balthasar-Neumann-Chor y el Ensemble, resultados sonoros que hoy en día se encuentran dentro de los más exitosos de su género. Entre 1995 y 1998, actúo como director artístico de la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, asimismo durante los años 2000 y 2006 dirigió el Festival de Feldkirch y entre 2000 y 2003 trabajó como director musical de la Wiener Volksoper. En 2013 causó sensación internacional junto a la Balthasar-Neumann por la calidad representativa de la obra de Parsifal de Wagner con una sonoridad original. Asimismo, Thomas Hengelbrock elabora, junto a la actriz Johanna Wokalek, programas músico-literales como Nachtwache con lírica y obras corales a capela del Romanticismo (grabación publicada en Sony Music). Como director principal de la NDR Elbphilharmonie Orchester “inspira a Hamburgo” y “siempre provoca nuevas maravillas en la orquesta”, según el periódico Hamburger Abendblatt. Esto se puede apreciar en sus aclamadas grabaciones, que incluyen las Sinfonías de Mahler, Dvořák, Mendelssohn, Schumann y Schubert; además de sus numerosas giras por Alemania, Europa y Asia.
Debido a su gran ímpetu en la educación musical Thomas Hengelbrock fue galardonado en 2016 con el Premio musical de Herbert von Karajan. Su desarrollo artístico se forjó como asistente de Antal Doráti, Witold Lutoslawski y Mauricio Kagel, a través de quienes tuvo contacto con la música contemporánea. Asimismo le dio un impulso decisivo su cooperación con el Ensemble Concentus Musicus de Nikolaus Harnoncourts. También destina, junto a su dedicación a la música de los siglos XIX y XX, gran parte de su trabajo a la interpretación historicista, contribuyendo de manera significativa y perdurable a establecer la representación musical con instrumentos originales de la época.
Las entradas, con un precio general de 15€ a 40€, y descuentos hasta del 60% para los menores de 26 años y desempleados (entradas de “Último minuto”, con compra desde una hora antes del inicio del concierto en las taquillas de la sala) ya están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional y teatros del INAEM, además de venta online en www.entradasinaem.es y por telé
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