Valencia en dudas maquiavélicas
Valencia se halla en medio de múltiples dudas que afcctan a los dos Palaus, el de la Música y el de las Artes.
Parece que Ribó podría sustituir a Barberá en el Ayuntamiento, lo que podría traer cambios en el Palau de la Música. Javier Casal, antiguo director de esa institución y también del INAEM y la OCNE, pasa por ser próximo a Ribó…
Dependiendo de cuál sea el gobierno de la Comunidad, también podría haber cambios. El propio Javier Casal, persona de valía indudable, sería una alternativa a una intendencia de Livermore muy cuestionada. El contrato de éste vence el próximo día 8 y no se han cambiado estatutos, con lo que no podría tener más ingresos que su sueldo de 65.000€/año. No podría trabajar en el extranjero ni cobrar por sus regias en el propio Palau. Acaba de presentar la programación de la próxima temporada y ya se observan con preocupación algunas de las cosas que Gonzalo Alonso (Queremos saber) apuntaba en un reciente artículo: “¿Acaso no es cierto que la conjunción de los cargos de intendente y director artístico en una misma persona que es regista potencia peligros como los intercambios poco convenientes con otros teatros, el “tu me contratas a mí en el tuyo y yo te contrato a tí en el mío”?”.
Livermore ha firmado una “Boheme” para Caracalla en Roma, que se repite este verano. Él mismo ha anunciado que allí realizará también un “Barbero de Sevilla” en 2016. Curiosamente la próxima temporada se programan en el Palau un “Macbeth” y “Sanson y Dalila” provenientes de allí. Estamos ante un ¿Yo te alquilo y tu me contratas?. Podrá justificarse que ambos son títulos programados por Helga Schmidt y es cierto, pero el segundo no venía de Roma, sino que se trataba de una producción propia sustituida en el último momento por Livermore. Por cierto con gran enfado del regista que llevaba tres meses trabajando en ella. Además, adivinen ustedes, otro de los títulos se anuncia como nueva producción y parece ser que no lo es, sino que se trata de otro alquiler a la ópera de Roma.
Podría ser que en breve Livermore se lanzase al ruedo con otra conferencia de prensa sobre su contrato y podría ser que, ante los cambios que vienen, lanzase a los cuatro vientos sus tendencias políticas en Italia, bastante de izquierdas. Valencia bien vale una misa. Y es que, en este momento, Livermore ni tiene contrato vigente ni capacidades para contratar.
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