Vergüenza periodística
Penoso, pero sucede. Hay quien firma críticas de espectáculos por toda Europa a los que no asiste, sino que se hace eco, redactándolas a su modo, de críticas locales. Hay quien firma entevistas en las que se ataca a unos y otros sin mediar grabadora por en medio. En el mundo actual, en el que todo vale, él es uno caso típico al que habría que poner freno. El problema es el refrán: perro no come carne de perro. ¿Saben ustedes a quién nos referimos? Él seguro que sí y, o deja de engañar o el medio que se las publica deja de hacerlo o habrá que comer su carne, para su vergüenza y la del medio en el que colabora.
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