Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

¿Quiénes? Acertijos para el fin de semana
Lo español
Por Publicado el: 17/05/2007Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

¿Viajando a alguna parte?

¿Viajando a alguna parte?
Todo estreno musical debería ser juzgado sin precipitación, con poso tras la debida reflexión. Lamentablemente hoy se confunde una nueva creación artística con una corrida de toros o un partido de fútbol y, si es posible realizar una crónica de ellos en quince minutos, también ha de serlo en el caso del hecho musical. No creo que sean hechos comparables, ni creo que sea ético juzgar en quince minutos o una hora el resultado de años de trabajo de un creador. Opinar a vuela pluma sobre “El viaje a Simorgh” me parece una temeridad.
¿Es de entrada, tal y como se anuncia, una ópera? Por aquí creo que habría de empezar la reflexión. La mía va en la línea de Tomás Marco: “nos presenta un espectáculo más de buen teatro musical experimental que de ópera propiamente dicha. Su viaje es más iniciático que físico y así lo entiende también la puesta en escena …/… que es variada y amplia pero que resulta más una serie de cuadros vivientes musicados que un relato teatral …/… Le resulta difícil caminar hacia algún lado”. Y también estoy con él cuando escribe “el tratamiento vocal, no está eludido pero sí bordeado”, cuando la ópera es fundamentalmente drama y canto. Alberto González Lapuente, mucho más generoso en su opinión, no puede evitar expresar “Ópera de ideas que no de diálogos. Se añade a ello el sentido descriptivo y poco narrativo de buena parte de la música”. Sin embargo Alvaro Guibert considera que “Es una magnífica ópera, uno de los cuatro o cinco mejores títulos de la ópera española”. Es bueno que haya opiniones para todo pero, sin drama y sin canto, no puedo compartirla.
Vela del Campo ve “un diálogo de sonoridades de diferentes épocas y culturas. Conviven el canto sufí con la música electrónica en vivo” y para Lapuente “la partitura se recrea en sonidos imposibles, en encuentros sonoros asombrosos”. Completamente de acuerdo, hay sonoridades realmente interesantes e impactantes en un collage que viene a poner música al dialogo de civilizaciones de Zp. Y también acuerdo en la “puesta en escena realista y poética que da en el clavo casi siempre” a la que se refiere Guibert. O en el excelente trabajo de todos los intérpretes.
Diez minutos más de tijeras de los habidos y menos oportunismo como el primer cuadro o la constante provocación a la iglesia habrían redondeado lo que no es una ópera sino un interesante espectáculo experimental audiovisual. Gonzalo Alonso

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos