Victoria de los Ángeles vuelve por fin a casa
Victoria de los Ángeles vuelve por fin a casa
Victoria de los Ángeles nació en el barrio del Raval de Barcelona el 1 de noviembre de 1923. Su padre, Bernardo López, de origen andaluz, era el bedel de la Universidad de Barcelona, y residía allí con su familia: su esposa Victoria García y sus tres hijos Carmen, Victoria de los Ángeles y José, exactamente en el último piso del patio de ciencias, donde estaban las viviendas de los trabajadores de la facultad.
Las aulas vacías de la universidad y la sala del paraninfo, donde podía tocar el piano, fueron el entorno cotidiano de la infancia y juventud de esta grandísima cantante. “Mi infancia la recuerdo como algo muy especial: el jardín de aquella época era un bosque, vivir en aquellas piedras tan grandes como un castillo, eso creó en mí una gran imaginación. La Universidad era una ciudad y la que había fuera era una segunda ciudad”, dijo la soprano.
Seguramente esa pequeña que corría por los pasillos nunca se imaginó que le acabarían nombrando Doctor Honoris Causa de esa misma Universidad el 23 de diciembre de 1987, ni que, desde 2007 , ese enorme bosque donde soñaba, los jardines interiores de las facultades de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad de Barcelona, se llamarían jardines Victoria de los Ángeles en honor a ella.
Cuando recibió el birrete en el gran salón del paraninfo de la UB, Victoria, en vez de dar un discurso cursi, dijo simplemente: “Estoy emocionada porque venía aquí de niña. Como mi madre fregaba el suelo cada día yo bajaba, porque en una esquina había un piano, y yo cantaba”.
Hace unos días, Victoria ha vuelto definitivamente a casa, ya que la Fundación que lleva su nombre, dedicada a la difusión del legado de la gran soprano y a la formación de futuras generaciones de cantantes, tiene por fin su sede en el Edificio Histórico de la Universidad de Barcelona.
“Victoria vuelve a casa”, dijo el rector Joan Elias.
Quizás nunca podamos devolver a Victoria todos los buenos momentos que nos ha regalado, pero gracias a la Fundación Victoria de los Ángeles, que preside Helena Mora y que celebra este año su décimo aniversario, sabemos que su legado está en buenas manos.
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