Wagner en forte
Temporada de la OCNE
Wagner en forte
Obras de Wagner. Linda Watson, soprano y Endrik Wottrich, tenor. Orquesta Nacional de España. Josep Pons, director. Auditorio Nacional de Madrid. 30 de enero.
La cancelación de la violinista Janine Jensen, que debía haber interpretado el poco frecuente “Concierto para violín y orquesta Op.15” de Britten, aconsejó un cambio de programa, que se transformó en monográfico Wagner. Si esto era lógico, como también la inclusión del preludio de “Maestros cantores” y el “Preludio y muerte de amor” de “Tristan e Isolda”, no lo es tanto que para esta escena no se recurriese a Linda Watson, la soprano wagneriana contratada como Brünhilde para la segunda parte concierto.
Josep Pons realizó un trabajo meritorio, con buen nivel en la orquesta, en el que primó más la abundancia sonora que la transparencia de líneas. Ello fue patente desde el mismo citado preludio de “Maestros”, pieza potente pero en la que es preciso que se escuchen diferenciadas las diferentes líneas melódicas que confluyen. También, pero en otro sentido, en la marcha fúnebre del “Ocaso”, donde no se acabó de dibujar el juego de tensiones. Wagner siempre supone un problema cuando la orquesta se coloca sobre el escenario en vez de dentro de un foso, porque los cantantes se han de esforzar por ser escuchados, lo que va en contra de la propia belleza del canto. Linda Watson, que ha demostrado su calidad en Bayreuth y otros primeros teatros, luchó en el Auditorio y logró vencer, incluso emocionar en la inmolación final. A Endrik Wottrich, pareja de Katherine Wagner, actual corregente en Bayreuth, le resultó más complicado hacerse escuchar en sus dos breves intervenciones. Hubo muchos claros en la sala y demasiadas intervenciones solistas extras en toda una exhibición estereofónica de toses, móviles y otros ruidos inaceptables. Gonzalo Alonso
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