Wagner en nuestro tiempo
Wagner en nuestro tiempo
Es curioso; ha tenido que pasar más de un siglo para que algún compositor se apuntara a seguir las enseñanzas de Wagner sin mostrar vergüenza, o remilgo alguno, y desde luego con éxito (olvidemos otros lamentables intentos). Y no ha sido un compositor de óperas sino de ese otro formato también dramático llamado cinematógrafo. En realidad, es lógico que así haya sido, pues la ópera ya hacía tiempo que había chocado con un problema insalvable: encontrar la manera de financiar como es debido el espectáculo cuando este exigía grandes medios escénicos. O sea, el gran problema en las obras de Wagner. Con el cine la cosa cambia, pues como el producto está enlatado desde el principio (y no como en la ópera, que en el mejor de los casos nos entrega una imagen parcial del espectáculo en la correspondiente grabación videográfica), la rentabilidad es mucho más razonablemente controlable. Plácido Domingo estuvo a punto de conseguir que George Lucas se interesara por la filmación de la Tetralogía. Cuando echaron cuentas, lo tuvieron que dejar.
Howard Shore es un autor de bandas sonoras para películas que poco tienen que ver con todo esto: de, por ejemplo, Filadelfia o la magistral para El silencio de los corderos. Sin embargo, lo es también de la de la trilogía de Peter Jackson El señor de los anillos. Seguramente, y por varias y distintas razones, su obra maestra absoluta. La primera de ellas, porque, como sucede con las músicas de Wagner aun salvando las consabidas distancias, es de una importante inspiración melódica: la base de todo el desarrollo dramático reside en temas de enorme belleza y gran potencia expresiva y visual. La segunda razón reside en la lógica de la partitura, elaborada bajo la técnica de la recurrencia temática, tan consustancial a la empleada por Wagner: los motivos conductores aquí funcionan como en Wagner, asociados a personajes y situaciones. Por último, hay otra razón de mucho peso para admirar esta banda sonora: su deslumbrante y poderosa orquestación, que lo envuelve todo en el film hasta el extremo de convertirse en protagonista. Es un gran acierto, pues, llevar esta música a la sala de conciertos.
Como ha hecho y sigue haciendo la ONE (Orquesta Nacional de España), que nos regaló hace ya un par de años la de La comunidad del anillo, y esta semana la de la segunda parte de la trilogía, Las dos torres. Se trata, claro está, de un concierto de cierto espíritu navideño – nada mejor que cerrar ya el espíritu navideño, que ya dura mucho- , pero del que debe realizarse una lectura más independiente: sencillamente, la calidad sinfónica y dramática de esta música, insisto, es altísima. Pedro González Mira.
SHORE: El señor de los anillos: Las dos torres. Clara Sanabras, voz solista; Salomé Osca, solista infantil. Antara Korak. Voces Blancas de Alcorcón. OCNE. Dir.: Shih-Hung Young. Sábado 7 y domingo 8, 19 h. Entre 24 y 60 €.
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