Weissenberg

Artista de culto de la segunda mitad del ya pasado siglo, Weissenberg es bien conocido en su faceta de pianista, y su grabación de la integral de los conciertos para piano de Beethoven junto a la mítica Filarmónica de Berlín dirigida por Karajan, luce con especial afecto en la discoteca de los grandes melómanos.

Sin embargo Alexis Sigismund Weissenberg también dedicó una parte importante de su vida a la composición.

Nacido en Sofía, Bulgaria, en julio de 1929, tenía una facilidad pasmosa para reelaborar con sus dedos sonidos y ritmos de todos los países por los que le llevaba su carrera, de Bulgaria a Palestina y de allí a Nueva York y a París.  De hecho, el pianista empezó a componer casi a la vez que a interpretar y, mientras emprendía su fulgurante carrera como intérprete, seguía adelante con su amor por la composición, que no abandonó nunca.

Consciente de la importancia de este legado, la gran editora alemana Schott Music publicará este mes una colección de sus composiciones para piano solo que repasa sus escritos desde los nueve años, edad en la que empezó a escribir música para sus familiares y amigos, hasta llegar a las obras de mayor dificultad interpretativa tras su contacto con el Jazz.

En octubre, Schott sacará también a la luz una Romanza para violín y piano compuesta por Weissenberg en 1943, con tan solo 13 años.

Otra faceta compositiva de Alexis Weissenberg es la de arreglista. En los años 50 hizo sus propias versiones de obras tan históricas y aplaudidas como My Fair Lady o de canciones como las del conocido cantante francés Charles Trenet. Estas últimas transcripciones serán publicadas el próximo año en Muse-Press, incipiente editorial japonesa.

Una gran iniciativa para todos aquellos pianistas que ya conocen su meritoria carrera como pianista pero no esta otra, tan íntima, como es la composición.

A la venta en la página web de la Editorial pinchando aquí

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