Y la Alondra se subió a la parra
Y la Alondra se subió a la parra
Tras el fracasado desembarco en la Orquesta Nacional, a pesar de la presión de todo tipo de apoyos mediáticos, políticos, diplomáticos y financieros, finalmente la directora de orquesta Alondra de la Parra ha conseguido la titularidad de una orquesta española: la ahora desventurada Orquesta de la Comunidad de Madrid. Un dedazo sin contemplaciones ni paños calientes. Una cacicada aprofesional que sonroja y escandaliza a cualquiera que sepa de qué va este mundo de la música clásica, de las orquestas y de los directores. Alondra de la Parra jamás antes había dirigido la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Es decir, una aberración, un matrimonio sin relaciones previas, impuesto y torticero hasta el escándalo. Un tejerazo, vamos.
Como ya se publicó cuando el intento frustrado de recalar en la OCNE, Alondra de la Parra es una directora de orquesta de bajo perfil, que en circunstancias normales jamás hubiera llegado a acariciar el podio de una formación sinfónica como la Nacional. Tampoco ahora el de la ORCAM, conjunto liderado durante años por Víctor Pablo, y desde 2021, por la polaca Marzena Diakun, respetable maestra -esta sí- que ha desarrollado una notable labor como titular, y cuyos quilates en el podio son incomparablemente superiores a los de la mexicana-estadounidense, nacida en Nueva York en 1980.
Apoyada en poderosos medios financieros y miembro de una acaudalada familia mexicana -su padre, Manelick de la Parra Vargas, disfruta de enorme poder de influencia en México, país en el que PRISA y Telefónica tienen fuertes intereses-, la carrera de Alondra de la Parra persiste pese a la serie de contrariedades, trompicones y fracasos que la jalonan. Su titularidad en la Queensland Symphony Orchestra resultó tan quebrada como su fallido intento de dirigir La flauta mágica en la Staatsoper Berlín, cuando tras pocos y “desastrosos” ensayos, la comisión artística de la Orquesta fue directamente a Barenboim para pedirle que cortara de cuajo su presencia en un podio al que nunca debería de haber accedido.
Sería interminable aquí enumerar los reiterados casos en los que, tras los primeros ensayos, las comisiones artísticas de las orquestas han acudido a sus respetivas gerencias para pedir que Alondra no vuelva a ser invitada. Pese a todo, en Barcelona, en el Liceu, y frente a la contrariedad de tantos músicos y los bajos resultados artísticos, sí logro concluir la serie de funciones de Turandot programada los pasados meses de noviembre y diciembre. “En su debut operístico barcelonés, la directora Alondra de la Parra, muy aplaudida por el público, ha mostrado poca experiencia en el género, con altibajos en la concertación –el coro las ha pasado canutas para cuadrar algunas escenas– y más decibelios en la orquesta que intensidad dramática”, escribió con prudencia Javier Pérez Senz en Scherzo.
Personaje mediático, empático y con medios. De sonrisa y talante agradables. De pose, photoshop y mercadotecnia en vena. De verdades y mentiras a medias. Latina, aunque nacida y criada en Estados Unidos. Explota con demagogia de corto vuelo su condición de mujer. Sea lo que sea, hombre o mujer, La Parra es una mala batuta. No es, ni por asomo, Simone Young, Joanna Mallwitz, Karina Canellakis, Dalia Stasevska, Kristina Poska, Mirga Gražinytė-Tyla, Elim Chan, Susana Malkki o tantas otras profesionales de la batuta que pueblan y lustran la escena contemporánea, Marzena Diakun incluida.
Más preocupada en el efecto que en revelar la esencialidad del pentagrama. Es conocida, a ambos lados del Atlántico, su gestualidad vacía y demagógica, “en movimiento continuo, un punto demagógica”, como escribió Luis Suñén en Scherzo. Su carrera e imagen están forjadas a base de dichos y redichos de andar por casa: “Su entusiasmo y carisma al frente de una orquesta son inspiradores, magnéticos”, y así podrán encontrar por internet mil y una cursilerías y lugares comunes. Ella misma se define como “artista que dirige, entrevista, produce, conecta, invita y promueve que la gente se acerque a la música clásica”.
Con currículo inflado hasta el bochorno, y utilizando el repertorio latinoamericano como baluarte de una carrera a codazos, que recala en la ORCAM sin proyecto conocido “en profundidad”, como reconoce la propia institución: “La nueva directora inaugurará su proyecto artístico para la entidad en la temporada 24/25, cuyos detalles se conocerán en profundidad durante la presentación que tendrá lugar esta primavera”. Se apunta que Alondra cobrará 10.000 € por programa. Una cifra inasumible, por ejemplo, por el Teatro de la Zarzuela -la ORCAM es la orquesta titular del teatro-, que tendría que hacer encaje de bolillos y estrujar en el cachet de los cantantes para poder asumir tan desorbitado despilfarro.
Punto y aparte merecen las declaraciones de su “madrina” en la “popular” corte de Isabel Ayuso, la ex-flautista de la Orquesta de la RTVE y ahora gerenta de la ORCAM María Antonia Rodríguez, quien ya contó con ella en su breve travesía por el auditorio Baluarte de Pamplona. “Alondra de la Parra”, canta Rodríguez, “es una artista completa, la candidata idónea para lograr nuestros objetivos artísticos y nuestras metas como fundación pública, que se debe a los ciudadanos y ciudadanas”. A “su excelencia y gran experiencia artística” hay que sumarle “su poder de liderazgo, así como su especial conexión con el público, lo que hace de ella la persona más adecuada para encabezar el proyecto que desarrollaremos con mucho trabajo e ilusión desde la temporada 24/25”. Vamos, como si este nuevo “mirlo blanco” en que ha devenido esta alondra ahora subida a la parra fuera la mismísima Nadia Boulanger. Cosas veredes… Justo Romero
Coincido. Es una de las peores directoras del circuito internacional. Su presencia en la ORCAM es una anomalía inexplicable.
No he visto la directora en acción, así que me permito no juzgar la veracidad sobre su capacidad musical. El dedazo, eso sí, llama atención. Pero ni es primera (vemos por ejemplo Pedro Halfter), ni última, supongo. Esto si es triste.
Más allá del desafortunado titular y en general lo faltón del artículo, me pregunto si habría sido tan incisivo con un hombre.
¿ Cuántos malos directores hay que llegan sin mérito a una titularidad?
Por amiguismos o ser representados por una famosa agencia.
¿Se atrevería a hacer una crítica igual de ácida sobre alguno de estos consagrados “maestros”?
Atentamente, Luis Otero.
Creía yo que nos habíamos librado de ella.
Sobre todo si nunca ha dirigido antes a la ORCAM.
A los hombres no se les destripa con tanta saña. Artículo furioso y furibundo, lleno de testosterona en fiesta de solteros.
Ahora aparece este demoledor artículo después de un año, durante el cual la prensa ha mirado hacia otro lado. Porque poco (o nada) se ha hablado de quienes estuvieron detrás de la campaña de blanqueo de hace un año. Como tampoco se ha hablado de los acuerdos que había como pago por los servicios prestados en caso de fraguarse dicha titularidad.
Es fácil agarrársela con Alondra de la Parra a quien ya gran parte de la comunidad de la música clásica ha criticado de manera negativa. Estos críticos de música son cobardes.
Es importante que en la Comunidad de Madrid sepan que la gente no está contenta con el nombramiento, por su calidad como directora y como el dedazo.
… y nos tienen que explicar el motivo de la salida de la actual titular de la orquesta, la eficaz maestra Diakun, para poner a ésta cuestionable “directora”.
El acceso a la dirección orquestal como titular, por regla general, va precedido de varias invitaciones previas; los dedazos son un insulto al propio músico y al espectador. El tiempo podrá a esta persona en su lugar.
¿Por qué no logran contratar en la ORCAM a algún director mejicano de buen nivel? Alguno habrá, digo yo. Parece que se esfuerzan por buscar lo más mediocre. Ahora Alondra de la Parra, hace unos años Iván López Reynoso (creo que así se llamaba), con quien tuvimos de las peores semanas en la orquesta desde que toco allí (y eso que por el foso pasa cada pájaro). Menudo panorama.
Faltó mencionar la también fallida gestión al frente de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, donde la orquesta votó rotundamente en contra de que siguiera al frente. Tampoco es secreto que en México solo puede dirigir con orquestas ad-hoc que ella misma paga.
Crítica bastante mediocre.
Estaría bien que hicieses crítica con tanto odio a algún concierto de uno de tus “amigachos”, esos que no saben ni coger la batuta, y luego los pones en las críticas a la altura de K.
Kleiber o N. Harnoncourt (yo también sé decir nombres al azar).
En fin, lo que hay que leer por aquí…
No he leído otras críticas y es cierto que la crítica de este hombre es muy visceral, pero la realidad es que Alondra de la Parra es reconocida internacionalmente como una mala, pero muy mediática, directora y que el cambio de titular es bastante sospechoso.
Lo siento por los musicos de la orquesta que pronto estaran camino de un ERE.Todo esto viene de que los politicos,de cualquier signo,manejen la cultura.Tambien lo siento por la zarzuela.
Vayamos por partes.
Dice Lorenzo que “lo siento por la zarzuela”. Claro, la ORCAM es la que suele ocupar el foso del Teatro de la Zarzuela de Madrid, desde que la Sinfónica pasó al del Real. Y en realidad es para sentirlo, y estar preocupado, cuando los avales de la nueva directora son críticas negativas en la prensa especializada, profesores de las orquestas que se niegan a que les dirija, y que por tener un padre acaudalado hasta paga para que ella esté en candelero. De ser todo esto cierto no resulta muy entendible que aterrice en la villa y corte para dirigir su orquesta autonómica.
Claro que lo que salga del edificio noble de la Puerta del Sol, a nadie debe extrañar. A poco más de 200 metros de la sede central del Instituto Cervantes se creó un departamento para defender la lengua española (el castellano, claro). Y ahora con tanto director y directora como tenemos aquí se contrata a una mejicana. Esa defensa de nuestra lengua, tampoco ha traído consigo que en los teatros madrileños, propiedad del gobierno autonómico, se programe zarzuela, como sí se vino haciendo cuando los Del Canal estaban dirigidos por Albert Boadella. ¡un catalán!
Y referente a quienes critican a Justo Romero (hasta hay quien lo tilda de cobarde) muy poco deben leer sus críticas. En mi modesta opinión, son de las más sinceras y valientes que se publican en los medios. No se casa con nadie. I no les dora la píldora a las figuras idolatradas, por la mayoría de sus colegas, sean directores, solistas y cantantes.
Quizá sea alguno de ellos, o allegado suyo, quienes lanzan dardos contra él.
No conozco a esta directora, ni las experiencias que ha tenido con otras orquestas -la de la Flauta Mágica es interesante-. De quien sí he leído cosas es del autor del artículo, quien cuando quiere poner verde a alguien, por decir algo suave …
… En cualquier caso, espero que esta directora que viene no sea como dicen. Soy abonado de la ORCAM, me agrada la programación que ofrece y la actual directora me parece muy profesional y una buena artista. Ojalá que la nueva la supere, que siempre hay que ir a mejor… aunque las dudas están ahí.